Observe el cielo rapidamente "ya va siendo hora de almorzar" pensé, de seguro mi abuela estaría preparando algo sabroso de comer. No podía hacerla esperar, pero el viento frio que rozaba mis sienes me impedia moverme. Supongo que quería algo de tranquilidad antes de volver a la vida corriente, asi que me senté un rato en el pasto.
Observe el bosque de par en par, cada monton de arbustos, cada arbol. Me hacía sentir algo deprimida no poder vivir esta vista tan a menudo, asi que me tome el tiempo de recorrer un poco más. La calma que entrega el sol y los hermosos cielos azules no se compara a nada.. al menos eso pensaba hasta que la vi.
Pelo blanco, piel de color arena y justamente se encontraba bañandose en un estanque. ¿Había vista mas perfecta acaso?.
Me avergonzé de mi comportamiento en seguida; agarre las polleras de mi vestido y traté de esconderme detras de un tronco. Pensando ser invisible, pero ya era muy tarde.
"Se que estas ahí" dijo para luego salir de las aguas. "No hay nada que temer" su voz sonaba gentil, me atrevería a decir angelical. era un tipo de voz que nunca había escuchado antes.
Asomé la cabeza timidamente desde el tronco seco, y eche un vistazo. tenía el pelo muy largo, cubria su busto y se deslizaba por sus caderas libremente. No tardó mucho en notar mis miradas y se acercó sin tardanza. "¿Quien eres tu?" Preguntó, escuchar eso me hizo notar algo. Dado el tono de su pregunta y sus puntiagudas orejas que se asomaban por su cabellera, era claro que no era humana. "Lamento mirarte de esa forma.." Contesté con la garganta un poco presionada, mas por la verguenza que por el miedo de ver a un ser así, mis ojos tambien se sentían algo agotados. Quiza no debí haber paseado tan descuidadamente por el lugar, parecía que la presencia de esa mujer me estuviera matando suave y hermosamente.
"Manten la calma, podrías desmayarte" dijo para posteriormente sentarse frente a mi y tomar en sus manos mis mejillas rojas. "¿Como te llamas?" Pregunté atontonada. "No tengo nombre" comentó. "Soy un ser de los bosques, aguas y tierra, vengo de los arroyos y las plantas... ¿y tú? ¿De donde vienes?" Dijó casi en melodía "mi nombre es Dahlía, soy solo una campesina" Pronuncié lentamente, "Dahlía... eres una criatura hermosa" quitó sus manos de mi rostro para despues envolverlas con naturalidad en mi cintura. "¿Vas a matarme?" Ella me miró con cierta curiosidad. "No lo hare, ¿es que me temes?" Sus ojos miraban directo a mis labios. "No, mas bien lo contrario" respondí, ella se limitó a sonreir. Pero parecía que su planes iban mas allá, podia notarlo en sus ojos, en su respiracion.
Y lo había adivinado, ella se acercó todavía más mientras yo apoyaba mis brazos en el tronco en el que traté de esconderme, que idea tan absurda. De haber sabido que tendría tan grata sorpresa hubiese cedido antes a sus llamados.
Prontamente su pelo cayó sobre mi, al igual que su cuerpo, el cual aún se conservaba humedo y terminaba de mojar mi atuendo . Sus labios se juntaron con los mios, y despues con mi cuello. Desearía recordar más, tal vez fue el dulzor del momento lo que me abrumó. O quiza los gritos de mi abuela tras encontrarme dormida en el pasto, empapada en agua, al lado del tronco.
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