Me sentía pequeña desde debajo de la cama, ella estaba sobre mí y cubria casi todo mi cuerpo con su espalda y cabello negro. Negro, era negro pero tenía un mechon blanco que se deslizaba a modo de rulo, era ella verdaderamente guapa.
Una de sus manos se resbalaba por mi torso mientras la otra sujetaba fuertemente mis muñecas, su boca llegaba a mi pecho sin tardanza.
Los roces de la piel se hacían cada vez mas rapidos. Su piel era extrañamente muy clara, demasiado, similar a la de una persona albina. Contrastaba fuertemente con la mía.
Sus ojos me vieron directamente y me enteré al segundo que sus iris eran tan rojas como sus labios ¿serían lentes de contacto? Que curioso, ¿quien los usaría solo para ir a una fiesta alborotada?
Me estaba preguntando muchas cosas por lo que no me di cuenta en el momento que mordio mi clavicula, chillé del dolor como respuesta "¡augh!" Susurre con un poco de verguenza, mi timidez seguía intacta aunque estuviesemos enlazadas por las sabanas de su cama. No sabía como podía comportarme de tal modo siendo que, nisiquiera recordaba el nombre de ella, quien estaba frente a mi. que derecho tenia entonces de sentirme así. "Solo quería probar un poco, ¿no te molesta verdad?" Sonrió de una forma juguetona. Y logre ver en ese momento la causa de mi pequeña herida; sus colmillos, Puede que el alcohol haya alterado mi visión de la realidad puesto que no era posible que un ser humano tuviese tal dentadura.
Y me adheri a esa teoria. Y que mas daba, ya estaba en esta situacion. Solo opte por abrazar el cuello de aquel nuevo accidente alcoholico, de todas formas mañana lo olvidaría nuevamente.
Mientras la abrazaba su boca iba recorriendo mas lugares de mi cuerpo, relamió los comienzos de mi cuello dejando marcas de besos con su labial.
Había algo que me interesaba más que cualquier otra señal que hubiese visto. y es que, su cuerpo, sin importar que tan caliente fuese la situacion. Permanecía frio.
Era similar a tocar una serpiente, no habia ni un espacio calido en toda su humanidad.
Sin embargo no me sentía asustada, confundida quizas. Pero no asustada, me sentía segura, y así. Los besos fueron escalando de mi cuello a mis labios. Su lengua se interpuso entre mis bajos sonidos y se sentía ahogante, más nunca habría deseado que parase, quería que siguiera, que sus dedos frios se siguiesen desplazando por mas rincones placenteros sin dejar ningun sitio desolado.
Eso esperaba, pero derrepente alguien entró a la habitacion.
Su rostro reflejaba casi un miedo mas que sorpresa. "¡Gothiria te he dicho varias veces que avises si vas a traer a alguien a casa maldicion!" El chico de pelo blanco retrocedio cubriendo sus ojos como si no fuese la primera vez que le tocase ver una escena similar,"Ugh debí haberme quedado fuera de casa por más tiempo" dijo quejandose mientras abandonaba la habitacion, por mi parte mis mejillas se habian sobrecalentado por todas las emociones del momento mezcladas con la incertidumbre de lo que podría pasar.
"Tú deberías tocar la puerta" susurró la mujer que ahora finalmente reconocí como Gothiria, ella no presentaba realmente pudor si no molestia a la presencia de aquel muchacho. Y solo se dispuso a tomar mi mano y besar mi palma "Continuemos otro día, anotaré mi número en tu telefono.. si te parece bien" asentí y me aleje lentamente de ella para proceder a vestirme y dejarle mi telefono. En momentos posteriores me encontraba ya fuera de la casa de Gothiria. Caminando hasta mi pequeño apartamento, me sentía decepcionada de no haber logrado terminar lo que habia empezado anteriormente en el cuarto.
Me detuve por unos minutos para encender la linterna de mi celular ya que mi camino se encontraba oscuro. Me percaté que Gothiria se había añadido a si misma como -Gothi✌️-, grande fue mi impacto cuando observe mi celular manchandose de sangre. Aquella mujer había mordido mi mano, como si de comida se tratase.
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