4

1.7K 194 12
                                    

El palido se había levantado temprano antes de que el menor o Tae despertarán, tomando una ducha antes de salir, dejando solo una nota a Tae, no quería que su amigo pensara que se iba sin despedirse.

Bajo las escaleras encontrándose a los señores Kim, tomandolo por sorpresa, se alegraba no haberse quedado más tiempo bajo las mantas.

— Yoongi, ¿que milagro hijo? — habló el hombre acercándose al pálido.

— Tae me invito a jugar ayer y se nos fue la tarde — se acomodo la mochila, tratando de no verse nervioso.

— Siempre siendo tan buen amigo con nuestro TaeTae, ven cuando quieras, esta es tu casa también — habló la mujer mientras se acercaba al señor Kim.

Hoseok y Tae eran hermanastros, el padre de Hoseok falleció en un accidente de trabajo y la madre de Tae solo los abandono, diciendo que no estaba lista para ser madre, cuando tenían siete respectivamente, sus padres los presentaron, diciendo que ahora eran una familia.

— Gracias, yo me tengo que ir — dio una leve reverencia antes de salir.

— Oh, ya están aquí — escucho la voz de Hoseok a sus espaldas.

Detuvo su andar volteando a verlo casi enseguida, había sido cuidadoso de no dejar marcas, pero las gotas de agua bajando por el cuerpo de Hoseok, le recordaban aquella noche en el baño.

¿Por qué los jugadores de futbol eran tan malditamente sexy? 

Más bien la pregunta no era esa, por que solo Hoseok le parecía sexy, pero era demasiado pronto para que lo aceptara, más en voz alta.

— Ponte algo de ropa, tenemos visitas — murmuró el hombre antes de voltear a ver a Yoongi, regalándole una sonrisa a modo de disculpa.

— No sé preocupe, yo ya me iba — trago saliva antes de salir.

Hoseok sonriendo viendo como se marchaba el pálido, pero estaba seguro que lo ocurrido por la noche no iba a hacer su último encuentro.

Habían transcurrido dos días desde lo sucedido aquella noche, Yoongi no había visto a Hoseok en todos esos días, no sabía exactamente como actuaría cuando lo viera.

¿Lo besaba? ¿Le pedía tener sexo nuevamente? ¿Le invitaba a almorzar? 

¿Que mierda se supone que tendria que hacer?

Todo era más complicado de lo que pensaba.

Hasta aquella tarde.

— Tae ya para por favor — pidió el pálido tratando de seguir el paso.

— Hyung, vamos tarde al partido de mi hermano — no le hizo caso y siguió avanzando.

— Es un partido de una práctica, mejor deberíamos dormir en el pasto.

A veces no entendía como alguien con tanta energía se había vuelto amigo suyo, el prefería quedarse quieto y Tae parecía que se había tomado diez energizantes.

— No importa, igual quiero apoyar a mi hermano.

— ¿Tú hermano o a Kook? — vio como las mejillas de Tae se tiñeron de rojo.

— Es solo el amigo de mi hermano.

— Si claro y yo soy un famoso cantante — dijo en un tono burlon.

Tomaron asiento en las gradas, hasta la fila de arriba que era la que tenía mayor cantidad de sombra, para Yoongi nunca era demasiada sombra.

— ¿Ya lo hicieron? ¿Usaron protección? ¿Quién es el que está abajo? — bromeo Yoongi mientras se colocaba los lentes de sol.

— Hyung, ya basta, cuando a usted le guste alguien yo también le preguntare eso.

Tae saco de su mochila dos bolsas de papas, una era para yoongi y otra suya.

— ¿Entonces si te gusta? Lo acabas de confirmar — tomo una papa y la llevo a su boca —. A mi nadie me va a gustar nunca — afirmó Yoongi acomodándose para dormir.

— Llegará alguien que haga que demuestre sus sentimientos.

Después de eso ambos guardaron silencio, Tae muy atento a como se desenvolvía Kook en el campo, sentía como de vez en cuando lo volteaba a ver, mordiendo su labio, haciendo algún gesto, incluso sentía que aquel gol se lo había dedicado o solo tal vez, lo estaba imaginando.

Mientras Yoongi fingía dormir, pero solo veía a Hoseok, siendo el capitán tenía más presencia en el campo, cuando anoto aquel gol y vio el abdomen marcado cuando el menor lanzó su camisa al aire, en su mente se repetia como una película lo sucedido en la noche.

— ¿A usted le gusta mi hermano? — Yoongi volteo a ver a Tae, perdiendo de vista a Hoseok.

— ¿Qué? — retiro los lentes para poder verlo mejor.

Se suponía que con los lentes no se notaba a donde estaba viendo. ¿O le mintieron?

— ¿Qué si quiere que vayamos a comer saliendo de aquí junto a mi hermano? — el menor arrugó su frente viendo al pálido.

— No, tengo tarea que hacer — explicó y se puso de pie cuando la practica terminó.

Dejo a Tae antes de que Hoseok y Kook llegarán hasta donde estaban, casi llegaba a su auto cuando escucho unos pasos acercarse.

— Hyung.

— Ya te dije que no puedo ir — respondió antes de abrir la puerta del auto y subir.

— ¿Por qué hyung? — Hoseok detuvo la puerta, obteniendo al fin la atención de Yoongi.

Parecía que Yoongi había olvidado como hablar, trago saliva al ver más cerca el rostro del menor.

Había gotas de sudor, bajando por su rostro, cuello, la ropa estaba humeda y apestaba, todo aquello debía parecerle asqueroso, pero en cambio, le seguía pareciendo sexy, en Hoseok al parecer todo era sexy.

— ¿Acaso no le caigo bien? — Hoseok acercó su mano pasándola por los labios del contrario.

— Tengo tarea.. — alcanzo a responder antes de que los labios de Hoseok se posaran sobre los suyos.

— Por esta vez lo dejare ir, pero espero verlo en casa pronto — murmuró antes de volver a besarlo.

Estaban en un punto ciego a la vista de Kook y Tae,  además de el resto de las personas que estaban cerca.sonrió retirándose lentamente.

— Una ducha de agua fría le hará falta hyung — murmuró antes de alejarse, moviendo ligeramente sus caderas, sintiendo la mirada del pálido sobre aquella zona de su cuerpo.

Yoongi se quedó viendolo, sin poder decir nada, incluso sin poder moverse, tuvo un buen rato prendido su auto, hasta que al fin se sintió listo para manejar nuevamente.

Llegando a casa entro directamente al baño, tomó un poco de lubricante y se acomodo, tocandose hasta correrse, sintiendo que podía sentir los labios de Hoseok sobre su miembro o los gemidos agudos al estarlo penetrando.

Jadeeo viéndose al espejo, no es que antes no se hubiera hecho una paja, era un hombre joven, pero no se lo había hecho pensando en alguien, menos en el hermano de su mejor amigo.

Aquella aventura había sido exitante, pero debía terminar.

Al menos eso pensaba en aquel momento, no pasaron ni dos días, cuando tenía a Hoseok nuevamente de rodillas frente a él haciéndole aquella placentera felacion en el baño, mientras afuera se celebraban una pequeña reunión entre ambas familias.

Comer bien - Yoonseok Donde viven las historias. Descúbrelo ahora