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Roier tenso la mandíbula tratando de que no saliera ningún gemido, lo cual era imposible. Spreen estaba en un continuo vaivén con la verga del mayor en su boca, de vez en cuando chupaba más fuerte y lamia con intensidad toda la extensión, Roier apretaba las sábanas, giraba su cabeza para atrás y entrecerraba los ojos o bueno se le nublaban los ojos.
Aunque Spreen no quería hacerle solo un oral a Roier quería ir más "lejos". Un anal
La práctica anal aunque no es recomendable es según el oso tan malditamente buena, que no podía resistirse
—bien— Spreen dejo de chupar, concentrando se más en los labios de Roier
El mayor al percatarse qué Spreen había parado levantó la cabeza, y spreen aprovecho esto para subirse a su regazo. Ya ambos cara a cara se besaron
Pero no fue nada parecido al primer beso este fue más intenso mas pacional. Spreen en algún punto mordió el labio de Roier hasta romperlo y hacerlo sangrar, sangre qué el mismo oso lamio
Spreen podía sentir la ereccion del mayor en su entrada, asique decidió empezar
Se arrodillo (aun encima de Roier) y se empezó a desvestir. Roier no hacia nada solo miraba, su mirada era hambrienta.
Cuando el oso se terminó de desnudarte por completo por fin pudo empezar
Se alevo un poco a si mismo y alineó la verga de Roier con su entrada. Se mordió el labio inferior y por fin se dajo caer. Roier puso sus manos en la cintura del chico y empezó a morder cerca de su cuello
Mientras Spreen gemías dando sentónez en el regazo de Roier. La verga de Roier salia y entraba con tanta facilidad, Spreen puso sus manos en los hombros del mayor apollandose de ahi para seguir. Con cada senton que el oso daba mejor se sentía, no sabía como pero esa verga era perfecta tamaño y grosor. No era ni muy grande ni muy pequeña, era solamente perfecta y cada vez que Spreen saltaba encima de ella metiéndola en su cavidad anal era lo más satisfactorio del puto universo.
Roier dejo el cuello de oso y paso su mano de su cadera a sus muslos para por cargalo. Apretó los muslos del oso y se levantó, tendiendo a Spreen en el aire lo recostó contra la pared y esta vez el era el más activo, penetrando sin piedad alguna el culo del oso. Spreen tenía sus manos enrolladas en el cuello de Roier gimiendo en su oído.
Spreen alzó la cabeza viendo la cara del mayor, un sonrisa morosa se formó en el y lo empezó a besar y con ese beso por di Roier se corrió.
