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Spreen caminaba por el bosque guiándose del mapa que aquel oso blanco le dio, ya habían pasado horas y todavía no llegaba y en algún punto penso que se perdió
-la puta madre- Spreen se arto de tanto buscar y tiró el mapa al suelo
El oso se sento en una piedra y puso sus manos sobre su cabeza
Spreen estaba apunto de regresar a su casa cuando sintió como un brillo escandilaba si vista, después de un rato se acostumbro al extraño brillo puedo ver que era una puerta
El oso sonrió y corrió a meterse hay, al entrar pudo ver como todo era de mármol, habían salas un tanto raras y otras que mejor no miaraba tanto...
Spreen camino unos largos minutos viendo todo tipo de salas
-¿El moño de Tilín?- Spreen paso por una sala donde habían varias vitrinas algunas vacías y otras con las cosas de los fallecidos huevos
Un escalofrío recorrió todo su cuerpo al imaginarse el bigote de Ramon en una de esas vinitras
Spreen volvió a mirar al frente y se encontró con Cucurucho
-¿Para que me trajiste acá?- Spreen se cruzó de brazos y frunció el ceño
El oso espero pensando que Cucurucho pondría otro cartel para comunicarse y tal fue su sorpresa al escucharlo hablar
-Te quería enseñar tu nuevo trabajo- Spreen dio unos pasos atrás y miro al oso espantado
-¿Hablaste?- Spreen giró su cabeza y alzó una ceja
Una malvada sonrisa se extendió por todo el rostro de Cucurucho, sonrisa la cual el oso no puedo ver por la máscara
-¿Pensaste que era mudo?- la voz del oso blanco era aguda y ronca en otras palabras "varonil"
Una chispa de electricidad recorrió todo el cuerpo del menor, escuchar la voz de aquel hombre era extraño... Su voz era gruesa y sádica
Spreen se empezo a imaginar esa voz amenazando o matando a alguien y una morbosa sonrisa se formo en su rostro
-Supomgo que ya viste las otras salas- una aire se sumisión rectoría el cuarto de Spreen al escuchar la voz de Cucurucho
¿Por que le exitaba tanto una voz?
El mayor se le acercó a Spreen y lo miro extrañado
