¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Roier o mejor dicho Spiderman se balanceaba entre los edificios, la adrenalina se apoderó de su cuerpo. Era una de las mejores sensaciones de la vida
-¡Ja pinché vieja!..¡Ahh!- Roier al distraerse se estampó contra un edificio callendo al piso
Varias personas se acercaron a él, y era algo penoso. Aunque de todas las personas que se acercaron una captó su atención. Un camarografo, un chico híbrido de oso de pelo azabache y enrulado
No pudo seguir admirando tal belleza ya qué su teléfono sonó, lo cual le hizo recordar por estaba tan apurado. Tenía una cena especial con su Tía
-chingada madre...- se repetía el chico mientras corria o mejor dicho se balanceaba hacia su casa
El chico al llegar a su casa entro por la ventana y se cambió a una ropa más formal pero igual cómoda.
-¿Roier?- mierda. Su tía toco su puerta, el chico se quito la máscara y la tiro a un lado de la habitación, escondíendola entre la ropa sucia
-¡Ya estoy!- su tía viró los ojos y le arreglo la camisa a Roier
-Invite a una amiga a comer y vino su hijo- Roier no le presto mucha atención a lo dicho por su tía, estaba divagando en sus propios pensamientos, acordándose de aquel camarografo qué vio -Creo que su hijo es camarografo o algo haci...- la adrenalina recorrio todo el cuerpo del chico, talves y la suerte estaba de su lado
Al bajar las escaleras pudo ver a una mujer sentada en el sillón de la sala mirando se celular, una mujer como en sus 40, de pelo chocolate con pequeños toques blancos. Y unos ojos color esmelda, qué si aquella mujer fuera unos años más joven muy fácilmente podría ser pareja de Roier. El chico busco con la mirada a aquel camarografo con sus esperanzas aun existentes
-¿Rubí y Spreen?- su tía no era boba y pudo ver como le brillaron los ojos a Roier al escuchar de aquel chico.
-Creo que esta en la cocina, hola Roier- saludo amable
Roier correspondio el saludo y fue lo más apresurado qué pudo hacia la cocina.
Los ojos del mexicano brillarona, al ver al mismo chicl de cabello azabache y orejas de oso parado sirviéndose un vaso de agua
-Hola, ¿vos sos Roier no?- saludo amable, su vos era suave y delicada
Roier se paralizó, su mente estaba en blanco. No sabía que hacer
-s-si- el oso río levemente de como tartamuemdeo Roier, lo cual izo qué el mayor se sonrojara de la vergüenza
-¿Ya nos conocemos?- Roier sintió su sangre helarse, nadie podía saber que el era Spiderman
