One Shots ● Kaz Brekker

《007》

Créditos a su respectiva autora: @thebadgerclan

Nadie sabía que Kaz Brekker tenía una hermana, pocos conocían siquiera la existencia de su hermano mayor. Pero él sí: cuando era Kaz Rietveld y lo único que le importaba era convencer a Jordie de que le comprara un chocolate caliente, había habido un tercer Rietveld. Jordie, el mayor, al que se le había confiado la fortuna de su padre, Kaz, el joven impresionable y alegre, e T/N, sólo un año menor que Kaz.

Cuando llegó la plaga y Kaz sucumbió a la fiebre, ella también lo hizo. Y cuando Kaz se despertó y encontró a Jordie frío al tacto, su cuerpo no estaba a la vista. ¿Estaba muerta o había sobrevivido? Era más fácil suponer lo primero, para Kaz seguir adelante solo en el mundo. Los tres hermanos Rietveld murieron entonces, pero solo Kaz renació, con la venganza ardiendo como un infierno en su corazón. Por Jordie, por T/N, pondría a Ketterdam de rodillas.

Años más tarde, Kaz se enteraría de que ella había sobrevivido. Tras el paso de la plaga, un par de nobles ravkanos llegaron a Ketterdam, ofreciéndose a acoger a los huérfanos que la viruela había creado. 

-Fue un barco de Ravka el que la trajo- dijeron- Si nuestro país puede dar a estos niños una vida, entonces los tomaremos.

 Ella había sido uno de los primeros niños tomados, adoptada por el duque y la duquesa personalmente. T/N se había criado en Ravka: aprendió su lengua, sus costumbres, su fe. Y cuando cumplió la mayoría de edad, fue presentada a la corte, como todos los hijos de la nobleza, para que contrajera un buen matrimonio.

T/N había tenido suerte. No sólo había encontrado una pareja ventajosa, sino también el amor verdadero. Su nuevo marido la adoraba día y noche, concediéndole todos sus deseos. Y cuando quiso descubrir si sus hermanos habían sobrevivido a la Plaga de la Dama de la Reina todos aquellos años, descubrió que su marido tenía muchos contactos para obtener esa información.

No había sido fácil, pero el marido de T/N lo había encontrado. Kaz no era un nombre común, después de todo. Cuando recibió la carta, pensó que era una broma, pero al seguir leyendo se dio cuenta de que contenía detalles que nadie más que su hermana podía saber. 

"Kaz" decía "Si estás leyendo esto, quiero que sepas que estoy viva. Me adoptaron y me llevaron a Ravka después de que pasara la plaga. Si hubiera sabido que sobreviviste, habría insistido en que te llevaran también. Pero no tenía idea de dónde estabas o si tú y Jordie lo habíais logrado."

"Quiero que sepas que estoy viva, que estoy a salvo. La vida en Ravka ha sido buena conmigo; ¡ahora estoy casada! Sanktos, creo que adorarías a mi marido, los dos sois exactamente iguales. Al menos... como yo os recuerdo. Por favor, Kaz, escríbeme. Hazme saber que estás vivo, que has sobrevivido, que no te he estado llorando sin razón durante 15 años. Me temo que no puedo revelar mucho sobre mi vida por escrito, pero si le das una carta a una mujer llamada Lila en la embajada de Ravka, ella se asegurará de que me llegue. Te amo, hermano, el tiempo no ha cambiado eso. -T/N."

No llevaba apellido ni dirección, así que, naturalmente, esto despertó el interés de Kaz. Durante meses mantuvo correspondencia con ella a través de Lila, aprendiendo más sobre quién era, su vida en Ravka y con quién se había casado. Le interesaba no sólo porque la información podría serle útil algún día, sino porque T/N era de la familia, era su hermana. De hecho, la información era útil, ya que a Kaz y a sus Cuervos se les había encomendado un trabajo casi imposible.

Una sacerdotisa shu había contratado a Kaz para robar lo que, según ella, era una reliquia de Sankt Kho, que había sido sustraída de los templos de Amhrat Jen hacía décadas. Pero, como bien señaló Nina, irrumpir en los archivos religiosos del Gran Palacio infringiría al menos una docena de leyes ravkanas. 

-Nos arrestarían inmediatamente y nos etiquetarían como herejes además de criminales. El propio Apparat intentaría supervisar nuestras ejecuciones.

-Tengo una forma de evitarlo- había dicho Kaz, pero Nina no estaba convencida. 

-¿La tienes? Conozco tus trucos, Kaz. Esos archivos están vigilados día y noche, hay una entrada y una salida, no hay ventanas ni escapes secundarios. ¿Crees que puedes entrar y llevarte la reliquia de Sankt Kho?

-No es exactamente un vals, pero sí- La mortificadora gruñó- Si no tienes una carta de la reina de Ravka, no hay forma de que entres solo. ¿La tienes, Kaz?

-En realidad sí- Jesper, Inej y Wylan miraron con incredulidad. 

-Por todos los Sanktos, puedes admitir tu derrota, ¿sabes? No te juzgaremos.

Kaz sacó una carta de su abrigo y la arrojó sobre la mesa. Llevaba el sello de los Lantsov y la firma de la reina, y Nina se quedó boquiabierta. 

-¿Y cómo has conseguido hacerte con esto?

"Kaz, si alguna vez necesitas algo, que sepas que utilizaré todos mis poderes para ayudarte. No pude ayudarte antes, hermano, así que déjame ayudarte ahora. Por supuesto, si es un asesinato flagrante, entonces tendré que negarlo. No podemos tener a la reina de Ravka implicada en un homicidio, ¿verdad?"

-Porque- dijo Kaz, dudando en revelar esto, el as bajo la manga, su último secreto- Ella es mi hermana.

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