Su cuerpo moviéndose al ritmo de la música era algo peligroso, para cualquier hombre que lo viese y el gran mafioso Force Jiratchapong no era la excepción, ahí se encontraba babeando por la estrella de el lugar.
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Paso un rato en el que Jack seguía mirando videos en el teléfono, Force no sabía cómo iniciar una conversación con el pequeño...
Incluso estaba nervioso.
-Señor Jiratchapong, se apagó - Murmuró el pequeño niño pelinegro, con un puchero.
- Juguemos a otra cosa.
-¿Papá? -El niño comenzó a buscar a su padre, mirando a todos lados en la limusina - PAPÁ
- Oye papá está trabajando - Explicó tratando de calmar al niño -¿Jugamos a las preguntas?
-No sé de ese juego- Mientras se tranquilizaba y puso su atención en el hombre.
- Yo pregunto y tú respondes - Force sonrió al ver la carita llena de confusión - No es nada malo.
- Papá se enojara conmigo.
-¿Por qué? - Sin que el niño se diera cuenta ya estában jugando.
- Papá dice que no hable con gente que no conozca- Respondió jugando con sus dedos
-Yo soy amigo de papá.
- Él no me dijo que tiene amigos - Hablo el niño bostezando era un poco tarde ya.
- Está bien, no jugemos - Dijo el pelinegro mayor para que el niño no se diera cuenta - ¿Y mamá tampoco te deja jugar con extraños?
-Mamá no hay, no está... solo papá- ¡Bingo! osea que era padre soltero.
-¿Juegas mucho con papá?
- No, papá trabaja mucho, todo el día - Respondía inocentemente.
Force vio bostezar nuevamente al pequeño, así que lo acerco a él y lo cargo lo sento en sus piernas e hizo que acomodara la cabeza en su pecho.
- ¿Tienes frío campeón?
- Si
Jiratchapong tomo su saco que antes se había quitado y cubrió el pequeño cuerpo entre sus brazos, observó al niño poco a poco durmiendose en sus brazos.
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3:38 AM.
Book había acabado de trabajar estaba muy cansado, llevaba 3 días sin dormir. Esos tres dias había ido a cuidar a su hermana que despertó pero lastimosamente volvió a caer en coma, solo estuvo despierta por quince minutos, y ahora que volvió obviamente acepto trabajar hasta la madrugada para ganar más dinero.
Justamente estaba en la oficina de su jefe ya vestido normal con un pantalón y una camisa suelta.
- Cariño pero yo no puedo darte más dinero que este. - Hablo el hombre, le había puesto únicamente mil quinientos dólares en el escritorio a Book.
- Señor pero... Solo me está dando quinientos más, yo le hago ganar cincuenta mil solo en los bailes privados- Reclamo molesto, sabía que tenía que ganar mucho más dinero únicamente seguia en ese club por necesidad, sabía que no le pagaban lo que se merecía.
