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El cambio de estación tiñó las hojas de los árboles, a Sunghoon le gusta el otoño, ni es muy caluroso ni tan frio, perfecto balance que se ve adornado por un muy agradable color café.

Sunoo caminaba en silencio a su lado disfrutando de su compañía, ayer cuando el peliblanco le dijo que se juntaran en el parque de los patos, acepto sin rechistar, ya era algo de ellos pasear ahí.

—Pasaría todos los días aquí si estuviera más cerca de mi casa.

—El que este lejos lo hace menos accesible y más especial.

—Siempre sabes que decir ¿no?

El menor asintió juguetón haciendo que el mayor sonriera hacia él, Sunoo repentinamente nervioso huyó contacto visual.

—Es un lindo día, ¿Me dirá la razón por la que estamos aquí? –dijo cambiando de tema.

—Si te digo que tenía ganas de verte simplemente.

—Diría que es la verdad a medias —dijo seguro.

—Eres perspicaz.

—Entonces...

—Voy a gastar mi deseo.

El pelinegro detuvo el paso al escucharlo.

—¿A sí?

—No estés asustado no es nada malo.

—¿Qué es entonces?

—Desde el partido contra Jake no he podido pensar en otra cosa, hoy te enseñare a jugar futbol.

—No —dijo mientras movía su cabeza en negación.

—Claro que si mi dulce Sunoo —le dijo divertido por su expresión para luego tomar sus hombros.

—Los deportes no son lo mío.

—Pero si lo mío y quiero enseñarte algo en lo que soy bueno.

—No diga cosas así para tratar de convencerme.

—La pasaremos bien, no es como si quisiera volverte el próximo Messi, tranquilo.

El mayor le miro con suplica y él era blando con todo lo relacionado a Sunghoon.

—Si lo dice así no puedo negarme.

—Perfecto, te divertirás más de lo que crees... ¡ah! y hay una cosa más pero te lo diré mas tarde.

—Hyung el deseo era válido para una sola vez —regañó.

Sunghoon lo miró, encontrándole razón, sonrió maliciosamente acortando aún más la distancia entre ambos antes de decirle sus próximas palabras.

—Mi deseo es que hagas lo que te pida el resto del día.

—Eso no es justo.

—Nada en esta vida lo es.

—Que abuso de poder —bromeo el más bajo empujando con un dedo su hombro.

—Harías lo mismo en mi lugar...

—Sinceramente, si.

—Más allá de la broma, Sunoo no haremos algo que en realidad no quieras aunque sea mi deseo, si quieres parar solo dilo, ¿entendido?

Sunoo medito las palabras del más alto, le daba las riendas de la situación a pesar de ser su deseo para que se sintiera cómodo, un sentimiento extraño se instauró en su pecho.

—¿Sunoo?

—S-si, entendido.

Sunghoon asintió conforme con su respuesta, tomó su mochila y sacó una pelota de ella.

Say yes to me • sunsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora