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Debe confesar que no sabia de que iba muy bien el futbol, pero le gustaba celebrar, a todos les gusta ganar ¿no?, lo malo era que estaba en medio del público del equipo contrario junto a Jungwon y Riki, su ley de vida de pasar desapercibido ya estaba enterrada tres metro bajo tierra, pero ya eso le importaba poco.

Hizo todo lo que debía en la semana para poder ir a ese partido, por primera vez no solo por Jake, así que iba a disfrutarlo.

Ambos equipos iban parejos en lo que respecta a rendimiento, ninguno daba su brazo a torcer, Jake es rápido y por su parte Sunghoon era hábil arrebatando el balón.

Los minutos pasaban y los jugadores ya se notaban más cansados, quizás fue la desesperación o la iniciativa de ganar lo que llevo a que uno de la escuela visitante a hacerle una mala jugada a su hermano, derribándolo.

Sunghoon fue directamente hacia su compañero de equipo claramente enojado.

—¿Qué mierda Hwang? —exclamó empujándolo.

—Estas cosas pasan.

—Fue una tacleada sucia no te hagas el tonto.

—No vengas a hacerte el santo.

—Sabes exactamente que nosotros no jugamos así.

—No hables por mí.

Antes que la conversación se acalorara más llego el árbitro al lugar mostrando una tarjeta roja, mientras el otro era expulsado, el peliblanco dio media vuelta para ir a ayudar a Jake.

—Lo siento por eso —dijo mientras lo acompañaba a la banca.

—Así es el deporte. —Lo tranquilizó palmeando su espalda.

—Así son los idiotas —soltó con molestia.

—En el futbol hay muchos idiotas Hoon, tranquilo, uno se acostumbra, ahora vuelve a la cancha.

—No es tan divertido sin ti ahí.

—No subestimes a nuestro equipo, ve y hazlo divertido.

El juego continuó, ahora Sunoo veía el partido junto a su hermano desde la banca, leyó un mensaje de Jay y miró hacia las gradas.

—Llegó Jay, dice que te ves como un perdedor.

—Dile que él se ve así todos los días.

—Debe venir con tu novio.

—No somos novios, no hables de eso se supone que no sabes.

—¿Entonces amigo con derechos?

—Eso suena peor.

El marcador estaba empatado y acababan de dar 5 minutos extras, alguno de cualquiera de los bandos debía hacer magia para marcar otro punto antes del término del partido.

Sunghoon sentía como sus piernas se debilitaban, pateo el suelo y siguió yendo tras el balón, lo que más le gustaba de empezar algo era esforzarse y no rendirse, corrió aún más fuerte si es que ahora era posible y ahora la pelota era suya, visualizó el arco y fue hasta el sin pensar en el tiempo, simplemente pateo al ángulo.

Las gradas con el público de la escuela del peliblanco enloquecieron, fue un gol perfecto y justo treinta segundos antes que terminara el partido, se sintió como un verdadero milagro.

Sunoo aplaudió contento a pesar de las miradas de sus compañeros de institución, vio a Riki y a Jungwon ir a celebrar junto al mayor.

—Qué bueno que papá no venga a estas cosas, es más llevadero cuando no hay nadie regañándome por haberme ido de la cancha —pensó su hermano en voz alta.

Say yes to me • sunsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora