Coffee's Love ‖ ʏᴜᴋɪᴇʀʀᴇ

4

"Todo sucedió de repente, y me gustó"

Sabía que una vez de que Charles se enterara de quién era Yuki, no habría vuelta atrás.

-Ayer dijiste que no era nadie, pero por como lo miras sé que se está trasformando en tu todo -dijo antes de beber su té.

-No sé de qué estás hablando -volteé los ojos.

-Yo mucho menos... -se quejó Carlos.

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Terminamos de desayunar entre risas por la pelea que había tenido Charles, pero también quejas e insinuación del mismo para mí.

-No somos pareja, Charles...

-¿Y porqué no lo invitas a salir? -preguntó Carlos un poco confundido.

-No quiero molestarlo.

-¿Solo por eso? -se quejó ahora mi mejor amigo.

-Solo por eso... -mentí, no quería que pensara que no lo merecía por mi antigua relación, o porque no quería alejarlo.
Me gustaba, y realmente me daba pánico pensar que me viera como un raro.

Me levanté de la mesa y me dirigí a pagar. Pero me di cuenta que en la caja estaba Yuki.

-Oye, tus amigos me caen bien -sonrió.

-Son un poco castrosos, pero también me caen bien -dije sin pensarlo mucho, luego me arrepentí, dios, podía tener una presentación buena ante todos ¿porqué no con el chico que me gusta? -D-Digo, me apoyan mucho, pero creo que a veces es demasiado.

-¿Por qué?

Iba a decir algo sobre que consiguiera pareja, o incluso que me obligaban a invitarlo a salir a él, pero mejor me quedé callado. Al final solo me encogí de hombros.

-No lo sé -dije -A charles lo conozco desde que nací técnicamente, es mi mejor amigo. Carlos es su novio, y lo apoya siempre, me cae bien. Me conocen demasiado bien, y están ahí para mí siempre -Recordé por un momento mi pasado, pero no quería sentirme mal.

-Con más razón me caen bien -susurró, pero lo alcancé a oír.

De un momento a otro volteamos a verlos, solo para ver que Charles formaba corazones con sus manos, y claro, nos estaba apuntando. Gemí asustado. Pronto, decir que estaba sonrojado era poco, ni quería saber como estaba en ese momento.

-¡Dios santo Charles! -coloqué mi mano es mi frente y bajé la cabeza paniqueado -Te prometo que no son así...

Por la forma en la que sentía mi corazón en mi garganta sabía que tenía que salir de ahí lo antes posible.

-No tienes porqué preocuparte Pierre... -susurró. Y lo volteé a ver.

Estaba rojo de sus mejillas, un poco más a lo habitual, y no había mostrado señales de rechazo, o al menos eso intentaba pensar en ese momento.

Continuó con el pago, y cuando había terminado, al darme la tarjeta toqué ligeramente su mano, estaba tibia, o quizás un poco caliente a comparación de la mía. Sentí como comenzaba a acariciar ligeramente mi mano con su pulgar, pero no hizo nada más. Lo miré un momento a los ojos, pero no me miró. Esperé que dijera algo, pero no lo dijo.

Tomamos nuestras cosas y nos marchamos de ahí.

-Me gusta, y mucho-confesé cuando casi llegábamos a mi empresa.

-Y no piensas hacer nada de verdad?

Yo suspiré, claro que quería hacer algo al respecto, pero, ¿de verdad lo merecía?

-¿Cómo sé si me aceptará?

Charles no dijo nada al instante, pero necesitaba que contestara eso.

-Quizás no puedas saber, pero quizás no necesitas eso, Pierre -me miró -te conozco desde hace años, casi desde que nacimos... y créeme que nunca te había visto así. ¿No crees que vale la pena arriesgarse?

Entré al edificio, pero solo. Encontrándome con Kika, que ya me estaba esperando.

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Atendí otra reunión que tenía pendiente, luego me hundí en todo el trabajo que tenía, salí del edificio ya noche, sin muchas ganas de llegar a casa, así que me dirigí a un parque que estaba cerca de ella.

El viento frío me hacia compañía, pero luego me di cuenta que no estaba solo. Al otro lado del lugar podía ver claramente a una persona destrozada, estaba llorando. Me asusté porque de verdad estaba mal, pero luego vi quién era.

Era ella, era esa chica que me había lastimado tanto en el pasado, aunque a su vez, miraba como dos personas más se vestían en lo que recuerdo era su auto. Una de las personas del auto salió corriendo hacia ella, lo reconocí como uno de sus amigos, quizás con el que me engañó. Quizás su actual pareja.

-Mi amor, te prometo que no es lo que piensas -casi gritó ese sujeto, yo volteé los ojos con ironía.

-¿Porqué? -ella habló -¡¿Por qué?! -luego gritó.

Él la tomó por los hombros pero ella lo empujó. Las lagrimas nacían y se deslizaban por sus mejillas sin parar. Una tercera persona, la chica del auto jaló al tipo, comenzaron a gritarse entre los dos.

-Tú me elegiste a mí, ¡¿ya lo olvidaste?! -gritó la otra chica. Pero el tipo no contestó.

Mientras más discutían, ella salió corriendo de ahí, llegando hacia donde estaba yo.

-Pierre... -dijo sorprendida pero también avergonzada.

Yo no le respondí, sino me dirigí a mi hogar. Ella se quedó sola, destrozada y traicionada en la calle, lo mismo que me había hecho años atrás. Aunque yo no la dejé así, fue la persona por la que me traicionó una y otra vez.

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Me acosté sobre mi cama, ya envuelto en mis cobijas y listo para dormir. Suspiré mientras recordaba todo, un día realmente loco.

Pronto cerré mis ojos para poder dormir, pero no contaba que me la pasaría pensando seriamente en lo que dijo Charles acerca de arriesgarse con él.

Al final me dormí pensando en que de verdad necesitaba ser suyo, y el mío.

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