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"Te habla y te mueve el mundo"

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—Sabes? yo prefiero más el calor —dijo Yuki, yo fruncí el seño y sonreí confundido, aunque en realidad intentaba ocultar mis nervios.

—No comprendo.

—Hace unos días dijiste que preferías el frío, yo no lo hago —dijo mientras se sentaba en la silla enfrente de mí.

—Por qué? El frío es mejor, un café y unas galletas lo equilibran —dije.

—Pero aún así tiemblas, y estás todo incómodo por traer abrigos extras.

Miré hacia él, tenía el seño fruncido.

—Buen punto —Me resigné.

—Sí —movió su cabeza de arriba a bajo. 

—Y por qué prefieres el calor? —Pregunté, él se quedó pensando mientras miraba por la gran ventana de a lado la gente pasar.

—Te digo la verdad? —Me volteó a ver, yo asentí nervioso —No lo sé, pero de alguna manera hace que no me sienta solo.

Yo lo miré un poco más, luego sonreí.

—Me agrada tu punto de vista, Yuki.

Luego, yo fruncí el seño, porque el chico acababa de abrir los ojos como platos.
Habría dicho algo que no?

—Lo siento, dije algo malo?

—Oh dios mío! —dijo algo alterado.

Podía ver cómo poco a poco se ponía más rojo que antes, como solo sus orejas ya no estaban rojas, sino toda su cara.

—Ha pasado algunas semanas desde que llegaste aquí...

Yo confundido asentí, y mi corazón casi se cae por el suspenso.

—Y nunca pregunté por tu nombre.

Unas risitas maliciosas se oyeron no tan lejos de aquí, volteé al lugar proveniente y noté que era la mesera quién había reído, recordé al instante que era la hermana de Yuki.

Él también lo notó, pero solo volteó a verla para enseñarle la lengua, ella sonrió.

—No me había dado cuenta de eso—reí un poco por eso.

—Has estado viniendo todos los días y no pude haberte preguntado!

Cubrió su cara con sus manos.

—Y yo tampoco lo dije, es mi culpa. —dije algo paniqueado— Soy Pierre. 

Él quitó sus manos de su rostro, yo así pude mirarlo a los ojos, y me di cuenta que tenía los ojos más lindos del mundo. 

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Caminé de regreso a casa con la cabeza en las nubes, recordar que Yuki se puso así porque no sabía mi nombre hacia que mi corazón se sacudiera, sin embargo, sabía que él era así y por eso se sonrojaba tanto.

Nunca me presenté como tal, así que no tenía mucho derecho a pensar en que no le importo en lo más mínimo, aunque la verdad era que eso es lo último que quisiera pensar. 

Recordar cuando lo conocí por primera vez era lo mejor, no podía evitar sonreír por eso. 

Al llegar a casa, el portero me avisó que alguien había solicitado verme, tras las cámaras supe que era Charles. En ese momento noté que mi celular vibraba una y otra vez, pero mejor corrí hasta la puerta porque Charles parecía no estar bien. 

—Charles, pasó algo? —pregunté cuando entré y lo vi sentado en el sillón. 

—Pasé después del almuerzo a verte, quería hablar contigo.

La nariz roja, los papeles sucios a su alrededor, sus ojos algo rojos y esas palabras me gritaron que sí estaba mal.

—Ey, qué pasó? —le pregunté en voz baja, luego me senté a su lado. 

—Ayer una amiga de Carlos le mandó chocolates—susurró mientras se limpiaba su nariz.

—Carlos aceptó los chocolates? 

Negó con la cabeza.

—No, no lo hizo. De hecho los tiró.

Yo fruncí el seño, sabía que Charles era un poco celoso, pero no para ponerse así.

—Entonces por qué estás así? Sí no aceptó los chocolates.

—Peleé con él hoy porque esa chica ahora le mandó rosas...

Yo suspiré, luego puse mi mano en su hombro.

—Y lo he estado evitando desde entonces.

Mi celular volvió a vibrar, lo saqué frustrado pero vi que era Carlos. Le mostré la pantalla a Charles.

—Él sabe donde estás?

No dijo nada, por lo que supe que era un 'no'.

—Tenía una reunión muy importante, su trabajo es más importante qué saber donde está su novio celoso —dijo poco después.

—Pero Charles, él necesita saberlo —luego le extendí mi celular. Me miró durante unos segundos pero luego lo tomó, yo me levanté y me dirigí hasta la cocina, serví un vaso de agua y regresé.

—Sé que no debí irme —dijo Charles con mi celular junto a su oreja —Lo siento. 

Yo puse el vaso en la mesita que estaba frente a él. 

Luego me fui a mi habitación, realmente no quería incomodar a mi mejor amigo. Me tumbé en la cama y de un momento a otro comencé a quedarme dormido. Quizás a comenzar a soñar.

El lugar era idéntico a Coffee's Love, y de un momento a otro, Yuki estaba a mi lado. Mis brazos lo envolvían y mi cara estaba posada en su cabeza, casi podía oler su colonia, esa que era parecida al café. Algo irónico ya que trabajaba en una cafetería, pero yo casi lo necesitaba para respirar.

Abrí los ojos cuando sentí que alguien se sentaba en mi cama, volteé a ver el quién era. Era Charles.

—Ya nos reconciliamos —dijo mientras extendía su mano para mí, la cual tenía mi celular. Yo lo tomé.

—Me alegro —dije, luego sonreí un poco.

—Yo también —sonrió —Vendrá en un rato para que volvamos a su casa. 

Yo asentí, luego volví a cerrar los ojos.

—¿Y qué es "Yuki"?

Abrí los ojos al instante.

—¿Qué? —Intenté decir.

—Antes de que te despertaras estabas murmurando eso...

—Oh...

Por un momento sentí como mi corazón se aceleraba y como mis orejas se ponían cada vez más rojas. 

—N-No es nadie... —mentí.

Charles iba a hacer más preguntas, pero mi celular comenzó a vibrar, me había llegado un mensaje. Lo leí y era el portero avisado que Carlos ya estaba aquí.

—Ya llegó Carlos.

Él saltó emocionado, y yo solo sonreía por eso, sentía como mi corazón se curaba al verlo así de feliz, no como hace unos momentos que estaba destrozado.

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Coffee's Love ‖ ʏᴜᴋɪᴇʀʀᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora