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Capítulo 12

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Capítulo 12

Asalto



Todos se detenían para coger una pistola por persona, me gire levemente y mire de reojo a Tris que me asintió, copiamos todos y cada uno de los movimientos de los demás.

Todos caminamos hacia el tren y subimos quedando todos de pie mirando a la nada, sus caras serias e inexpresivas hacían que los escalofríos treparan por mi espalda, mire a mi alrededor esperando encontrar a Tris o a Cuatro, mire sobre mi hombro y vi como ellos permanecían uno al lado del otro mirando al frente como los demás, con cuidado y disimulo fui retrocediendo, intentando no chocar con nadie y no llamar demasiado la atención, llegue al lado de Cuatro el cual me miro de reojo con una media sonrisa y cogió mi mano, en cambio Tris permaneció inexpresiva como todos los demás haciendo que lo recordara y adoptara la misma pose pero agarrada de la mano de Cuatro.

El tren paro y Osadía empezó a bajar en tropa, armas en mano, el apresurado paso que se dirigía a las pequeñas casas de Abnegación. Los niños que jugaban, ahora aterrados corrieron hacia sus casas no sin antes ser echados de ellas por la gente de Osadía, la confusión y el miedo de abnegación combinado con los empujones bruscos y las armas preparadas de Osadía hicieron que un nudo se instalara en mi garganta mientras caminaba junto a Cuatro y a Tris.

-Tenemos que encontrar a mis padres. -Habló por lo bajo Tris que caminaba junto a Cuatro.

Continuamos caminando hasta que frente a nosotros un hombre de Abnegación discutía pacíficamente con dos personas de Osadía, el hombre inesperadamente resulto disparado haciendo que Tris frenara su paso.

-Sigue moviéndote. -Habló Cuatro hacia Tris. -¿Cuál es tu casa?.

Al seguir caminando pasamos junto a el ahora muerto, mi mirada se desvió y me encontré con mi mejor amiga que caminaba de la misma forma que los demás y de alguna manera eso partió un pedazo de mi alma. Llegamos a la casa de Tris y Tris empezó a llamar a sus padres sin recibir respuesta.

-¿Donde se fueron?. -Pregunte hacia Tris apuntando mi arma alzada a la esquina donde iba a girar.

-No lo sé. -Respondió ella confundida.

Salimos de la casa y con disimulo nos volvimos a infiltrar entre varias de las personas de Osadía que caminaban rectamente, frente a nosotros Eric caminaba juntó con Max en dirección contraria, al verlos Cuatro se giro ligeramente para mirarme a lo que yo asentí mientras intentaba difuminar el nudo de mi garganta, al pasar junto a ello Eric paro a Cuatro poniéndole una mano en el pecho haciendo que me pusiera alerta mientras me colocaba detrás de ellos junto con Tris.

-El legendario Cuatro, un zángano sin cerebro. - El comentario de Eric hizo que apretara mi agarre sobre el arma mientras Cuatro mantenía la compostura e intentaba que nadie sospechara. -Fuiste el primero en tu clase, y ahora eres... nada.

𝐁𝐄 𝐁𝐑𝐀𝐕𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora