Iɴᴏᴄᴇɴᴛᴇ ᴍɪʀᴀᴅᴀ【𝘒𝘯𝘶𝘤𝘬𝘭𝘦𝘴/𝘔𝘰𝘷𝘪𝘦】

7 - Imaginando

Entendía que Knuckles tenía sus razones para ver como enemigo a Sonic y estar aliado con Eggman. Pero era tan ingenuo que ella misma podría manipularlo si fuese la villana.
Observaba desde la nave del pelón, su mirada estoica y esos parpados caídos, pensando en todo lo sucedido hasta ahora. No entendía nada, claro está. Pero sabía que no hacía falta entender para saber lo mal en aquella situación.

Sus orbes cafés enfocaron la silueta del mayor a su lado, mirándolo de reojo en silencio. Ella también fue ingenua al comienzo, una idiota que, como siempre, evita ver la realidad de lo sucedido a su alrededor.

Ya no lo hará, tomará medidas.

Dibujo una pequeña sonrisa al ver que este la miro. Eggman es inteligente, podría fácilmente deducir los planes de ella, quizás. Helem era un misterio sin resolver.

—Veo que ya estás más tranquila, es algo sorprendentemente... sospechoso dado que has escapado antes y recibiste un golpe en la cabeza —Miro de reojo inclinando su cabeza a un costado—. No estarás tramando algo, ¿Verdad?

Ese hombre no es idiota, solo ridículo.

—Oye, ¿Qué le haces? —se interpuso el Echidna al ver como Eggman le hablaba a aquella joven—, su herida debe molestarle, no la molestes

—Tranquilo fortachón, solo me aseguraba su bienestar —sonrío con ironía, fijando la mirada al frente.

Claro, ella no sabía qué dijo, pues no lo observo como para leer sus labios. Cerró los ojos, cruzándose de brazos sobre el borde de la pequeña nave, mientras apoyaba su mentón arriba.

El aire es cálido, tanto silencio; como toda su vida. Agradecía haber salido adelante, después de pasar por tanto. Muchas veces minimizó cada problema que tenía, creyendo ciegamente que ella no tenía derecho de quejarse.

<Tom, Maggie... Sonic>

Ellos la hicieron salir mas lejos, avanzar, incluso el Señor Roca.

Algo presionó su hombro; abrió sus parpados y buscó la causa de aquel toque tan cálido. Esos ojos morados no dejaban de gustarle, podría mirarlos tantas veces pueda.

—¿Te sientes bien? —preguntó, preocupado, creyendo que algo le pasaba debido al golpe.

Leyendo los labios, ella sonrió con ternura, asintiendo seguido por un intento de extender la mano para acariciar aquel pelaje rojo.

—Eres extraña —Murmuró sujetándose de la nave, dejando que lo acaricié.

Knuckles es bueno, lo guiará en el buen camino sin importar que tan complicado sea.
Desvió la mirada encontrandose con su ahora enemigo. Era obvio que pretende usarla como posible rehén, quizás para traicionar al mismo Echidna, esperaba equivocarse ante ese último pensamiento.

Dejando de acariciar al pelirrojo, ella hizo unas sutiles señas de manos para que el mayor logre verlo.

—"Sé que planeas algo malo"

Para sorpresa de nadie, Eggman hizo unas señas respondiendo y manteniendo una mirada tranquila, llena de superioridad.

—"Oh, que inteligente" —por la expresión, era claramente sarcasmo— "Mantente tranquila, pequeña agente. Y consideraré dejarte unir a nosotros"

Quiere al agente Roca, se encariño mucho en ese tiempo que trabajo a su lado y aprendió más del café. Pero tiene sus límites. No lo verá como su enemigo, pero si a Eggman.

—"Serás detenido, se que planeas utilizarlo" —la mirada de ella se tornaba algo seria.

Ella era misteriosa, amable he inocente, pocos sabían su vida, o nadie...

Parpadeo levemente al notar esa mirada egocéntrica por parte del mayor, arqueo una ceja como si pensara en qué hacer con ella ahora mismo. Se inclino hacia su costado para estar más cerca he hizo unas señas sin quitar la vista del camino.

—"Llegas a hablar y estaré en problemas, por favor" —Solto una leve carcajada por su propio chiste.

Después de todo, ella no habla, ¿Verdad?

Knuckles se vio ligeramente sorprendido por aquella expresión indiferente y fría proveniente de la castaña. Parecía una faceta que jamás imagino ver en ella pese a no conocerla bien.

"¿Qué sucede? ¿No puedes hablar?, ¡Eres una inútil!"

Helem creyó ver el reflejo de su padre en esas palabras. Aquellos chistes de mal gusto, esos insultos, quejas y más... odiaba recordar, revivirlo cada maldito día y seguir sonriendo como una idiota.

El Echidna acercó su mano hacia ella por segunda vez, intentando ver qué le sucede, ¿Algo relacionado al erizo enemigo?, esperaba que no este tan mal. Tras hacer contacto, la joven volteo a verlo, sonriendo con la misma gentileza de siempre, dejándolo confuso, creyendo que vio mal.

—Te protegeré, tranquila —afirmó con seguridad.

<Es tan amable>

Un caballero sin armadura, apuntando con la espada a la persona equivocada. Pero ella lo guiará. Posó su mano sobre la de él en aceptación, sintiéndose aliviada de alguna manera, olvidando sus molestos recuerdos, leyendo los labios del extraño joven rojo. Esos orbes morados llegaban a cautivarla, eran hermosas joyas que quería seguir viendo cada día.

"Oh, querido Knuckles... sé amigo de Sonic": Ella quería pronunciar esas palabras.

Río a sus adentros por tal ocurrencia.

Lamento tardar, suelo estar bloqueada en estas historias