Capítulo 6

126 11 14
                                    

MINGI

Hongjoong se veía realmente hastiado y lo entendía, pero me reía porque la situación era un poco surrealista.

—No son niñerías, una confesión anónima es romántica.— contestó Wheein, las dos seguían sumergidas en su discusión.

Yo reí por lo bajo, ¿Como era posible que está chica la cagara cada vez más? No poseía el don de la palabra. Por suerte, no le hacía falta para su trabajo, sinó se moriría de hambre.

—No viniendo de una persona como usted.

Sus palabras dañaron el ego de Wheein, que se limitó a mirarla un poco dolida.

"Tú te lo has buscado", pensé. Ya me encargaría de restregarselo más trade.

—Solo intento hacer algo bonito. Porfavor Hongjoong, hazme este favor.— sonó desesperada.

Wheein, estás cayendo muy bajo.

Hongjoong asintió, guardando el sobre. No respondió nada, aún tenso.

—Gracias, gracias, gracias— suspiró aliviada. Leyó el ambiente, mirándonos a todos uno a uno, antes de empezar a moverse.— Os dejo. Que tengáis una buena noche. Adiós Honnie.—se despidió con la mano.

Wheein estaba acostumbrada a tratar con personas muy diferentes a Hongjoong y la mujer elegante. Su exceso de confianza podía resultar incómodo para ellos pero no para las personas en los ambientes en los que se movía. Tampoco era una persona extremadamente educada. Nunca recibió una educación digna de pequeña, así que sabía lo básico para no hacerse odiar. Pasa que esos mismos modales se le olvidaban cuando intentaba sonar cercana, no hacían buen equilibrio.

El ambiente se quedó en un silencio pleno por unos segundos que parecieron largos. Solo lo rellenaba el sonido de la música machacante de fondo.

Miré a Hongjoong desde mi sitio. Sabía que estaba en su descanso porque yo estaba en el mío y nuestros horarios coincidían.

Quería estar con él, pero no sabía hasta que punto Hwasa era importante y consideraba demasiado descarado arrebatarlo de su puesto de trabajo de la nada.

Ganas no me faltaban.

Tan solo por las miradas que le dedicaba a la chica elegante, sabía que era su prioridad. Toda su atención recaía en ella, pero yo solo quería que me mirara a mí.

Hongjoong se percató de mi mirada intensa sobre él, reclamando por su atención. Me miró mordisqueando sus labios en su característico hábito nervioso.

Decidí romper el silencio.

—Disculpad los modales de mi amiga.— hice una pequeña reverencia con la cabeza. Hacía mucho que no hablaba en un tono tan educado. Supuse que la situación lo ameritaba.

—No te disculpes por ella.— reprochó Hwasa.— Se ha dejado los modales en casa pero, en su defensa, admitiré que provoca ternura ver a una persona enamorada.

Estaba preocupado por Wheein y su cagada garrafal, pero sus palabras me aliviaron internamente.

—Wheein no está acostumbrada a ser muy educada. Nunca se mueve en esos ambientes. De nuevo pido que la disculpe.

Negó, haciendo un gesto con la mano para restarle importancia.

—Si tiene un amigo que lo defiende tanto, no puede ser tan mala chica, ¿No?

Asentí. Wheein tenía una flor en el culo, no tenía dudas. Había conseguido quedar bien aún después de contestar mal a la chica que le gustaba. Yo quería tener la misma suerte.

I Want Big Boy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora