I Want Big Boy

cap11

HONGJOONG

Perdí la percepción del tiempo. Mi jornada se acercaba, relativamente. La barra estaba sorprendentemente vacía. Las tarimas también, el club en general. Teoricé, tenía algo que ver con la reunión entre Jongho y ese tal Wooyoung.

No me sorprendió ver a Yunho caminar hacia mí desde la puerta de salida. Se despidió con una reverencia del chico que le acompañaba, probablemente su jefe. Se veía muy joven para serlo, eso me hizo plantearme que sería lo que lo llevó a estar allí. El pensamiento pasó fugaz por mi mente y se fue tan rápido como llegó.

–Hongjoong.– saludó sin mucho entusiasmo, sentandose frente a mí con cara de pocos amigos.

–¿La reunión ha ido bien?– pregunté, aunque sus ojeras, más marcadas que al inicio de la noche, me indicaron que no.

–Ha sido...– buscó las palabras.

–¿Horrible?

–Horrible.

Sonreí apenado, Yunho me imitó.

–¿Que ha pasado?

Se acercó, llevando su boca a mi oreja para susurrar. Se trataba de un tema delicado, así que esperé impaciente a que hablara.

Eructo, el muy maldito, sonido que rebotó en mi cabeza. Si su jefe supiera que ese era el verdadero Yunho...

–Eres un guarro, ¿Sabías?

Se palmeó el pecho con el puño, como si devolviera los pulmones a su sitio después de semejante terremoto. Al menos se veía satisfecho.

–Uff. Necesitaba sacarlo.

–Seguro que a tu jefe no le haces eso.

–Perdería toda mi seriedad.– acompañó con un despreocupado gesto de muñeca.

–Cuenta. No me cambies de tema.

Yunho mostró un atisbo de orgullo. Claro que me iba a dar cuenta, me subestimaba.

–Bien, pero no puedes decir nada. A nadie Hong. Cuando digo a nadie es a nadie. Nunca sabes cuando alguien puede estar metido en esto.

–Tu eres el vivo ejemplo.

–Exacto. Espera...

–Al punto, grandullón.

–¿Recuerdas que te dije que Wooyoung era mi jefe?– asentí.– Pues me acaba de intercambiar con la mano derecha de Jongho por un año, para "preservar la paz"– hizo comillas.– Que me ha venido, vaya.

Mi boca quedó de buzón. Yunho se veía demasiado habituado a la situación.

–Intento encontrarle el sentido pero... No, imposible.

–Wooyoung le ha ofrecido a Jongho manejar en conjunto una zona virgen de la ciudad, libre de crimen organizado. San y yo somos su garantía de que ninguno sobrepasaran los límites de negocio establecidos.

–La explicación está muy bien pero, te has olvidado de añadirle la parte que le da sentido.

–Lo se...– frotó su rostro con sus palmas de una forma agresiva bastante preocupante y se dejó caer sobre sus brazos.– Necesito una copa.

–A la orden.– le guiñé el ojo, sin dejar que decayera más en su ánimo de por sí deplorable.

Me puse a preparar el licor. Debía ser algo fuerte, para aliviar sus penas, algo como un Long Island Iced Tea, solo esperaba no tenerlo por los suelos despues de tomarlo porque no podría llevarlo a casa.

–Todo tuyo.– se lo tendí. Levantó la cabeza para observarlo algo contrariado, no le gustaba lo que veía. Si supiera como sabía...

Se mantenía consternado cuando tomó el primer trago. Reprimió una muca.