Me Reencarnado en un Dragón 2. Temporada

Sanando las Heridas de Alice

En una habitación tranquila y tenue, una mujer de cabello celeste yace en una cama, su cuerpo envuelto en vendajes blancos que contrastan con su piel pálida. Su cabello, del color del cielo en un día claro, se derrama sobre la almohada, un toque de color en la habitación de otra manera neutra. A pesar de la quietud de la habitación, las marcas de una batalla reciente son evidentes en su figura.

Las vendas cubren varias partes de su cuerpo, ocultando las heridas que ha sufrido. Algunas de las vendas están manchadas con manchas de color rosa pálido, una señal de las heridas que todavía están sanando debajo. A pesar de esto, su respiración es constante y tranquila, un testimonio de su resistencia y fortaleza.

Su rostro, aunque marcado por la fatiga, es sereno. Sus ojos están cerrados, sus largas pestañas lanzando sombras suaves sobre sus mejillas. A pesar de la gravedad de sus heridas, hay una sensación de paz en su expresión, como si estuviera descansando en lugar de recuperándose.

La luz suave de la habitación brilla sobre su piel, resaltando los contornos de su figura y creando un halo alrededor de su cabello celeste. A pesar de las cicatrices de la batalla, hay una belleza en ella, una elegancia que no se ve disminuida por sus heridas.

En la quietud de la habitación, la mujer de cabello celeste descansa. Aunque su cuerpo está herido, su espíritu sigue siendo fuerte. Y mientras duerme, hay una promesa en su figura tranquila: la promesa de que, una vez que se despierte, estará lista para enfrentar cualquier desafío que se le presente.

A pesar de los esfuerzos incansables de los curanderos, las heridas de la mujer de cabello celeste se resisten a sanar. Han intentado todo, desde pociones mágicas hasta hechizos de curación, pero nada parece funcionar. Cada vez que intentan usar su magia, se encuentran con una barrera de energía oscura y corrupta que impide que sus hechizos hagan efecto.

La energía oscura, una mancha negra y viscosa, está incrustada en las heridas, como una infección que se niega a ser erradicada. Se retuerce y se mueve bajo la superficie de la piel, un recordatorio constante de la batalla que la mujer ha librado. Es una fuerza maligna, una que parece deleitarse en el dolor que causa.

A pesar de la frustración y la desesperación, los curanderos no se rinden. Continúan intentando diferentes métodos, probando diferentes hechizos y pociones en un esfuerzo por superar la energía oscura. Pero cada intento solo parece fortalecer la corrupción, la oscuridad devorando la luz de la magia de curación.

La mujer de cabello celeste, a pesar de su dolor, permanece tranquila. Aunque sus heridas no sanan, no muestra signos de miedo o desesperación. En cambio, hay una determinación en sus ojos azules, una voluntad de hierro que no se rompe ante la adversidad.

A pesar de la oscuridad que se cierne sobre ella, sigue siendo un faro de esperanza. Su espíritu no se rompe, su coraje no flaquea. Y aunque su cuerpo puede estar herido, su espíritu sigue siendo fuerte. A pesar de la energía oscura y corrupta que impregna sus heridas, sigue luchando, una guerrera hasta el final.

Por qué ella era un reencarnada no morirá por segunda vez, en este mundo donde se le dio el nombre de Alice y gracias a su habilidad trampa había hecho que ese nombre sea famoso, ampliamente conocido como una de las archimagas más poderosas.

En un día despejado, una figura elegante se acerca a una majestuosa mansión. Es una mujer de belleza enigmática, con cabello dorado oscuro que brilla bajo el sol, cayendo en cascada hasta la mitad de su espalda. Sus ojos, del color del oro líquido, brillan con una luz cálida y atractiva, reflejando una mezcla de sabiduría y misterio.

Viste un vestido largo y fluido de un tono dorado suave que complementa su cabello y ojos. El vestido, adornado con intrincados bordados dorados, acentúa su figura esbelta y le da un aire de elegancia y gracia. En su cuello, lleva un colgante de oro con un pequeño diamante que captura la luz del sol, lanzando destellos de luz cada vez que se mueve.