Luz de Plata: La Guardiana de la Fortaleza

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Una chica de cabello blanco chica de cabello blanco como la nieve, cuyos ojos azulados parecen reflejar el cielo en un día despejado, se encuentra en una habitación iluminada por la suave luz de las velas. Su armadura plateada, pulida hasta brillar, resplandece con un brillo casi etéreo. Los detalles dorados que adornan su armadura añaden un toque de elegancia y majestuosidad, haciendo que parezca una guerrera de una antigua leyenda.

La espada que lleva a su lado no es menos impresionante. Aunque es hermosa, con su hoja brillante y su empuñadura adornada con intrincados diseños, también tiene un aire de peligro. Es evidente que no es solo un adorno, sino un arma que ha visto muchas batallas.

En sus manos sostiene un informe, sus ojos blancos azulados se mueven rápidamente mientras lee. A pesar de la seriedad de su tarea, hay una suavidad en su expresión, una tranquilidad que solo viene con la confianza. No hay duda de que esta es una mujer que ha enfrentado innumerables desafíos y los ha superado todos. La chica de cabello blanco chica de cabello blanco como la nieve, cuyos ojos azulados parecen reflejar el cielo en un día despejado, se encuentra en una habitación iluminada por la suave luz de las velas. Su armadura plateada, pulida hasta brillar, resplandece con un brillo casi etéreo. Los detalles dorados que adornan su armadura añaden un toque de elegancia y majestuosidad, haciendo que parezca una guerrera de una antigua leyenda.

La espada que lleva a su lado no es menos impresionante. Aunque es hermosa, con su hoja brillante y su empuñadura adornada con intrincados diseños, también tiene un aire de peligro. Es evidente que no es solo un adorno, sino un arma que ha visto muchas batallas.

En sus manos sostiene un informe, sus ojos blancos azulados se mueven rápidamente mientras lee. A pesar de la seriedad de su tarea, hay una suavidad en su expresión, una tranquilidad que solo viene con la confianza. No hay duda de que esta es una mujer que ha enfrentado innumerables desafíos y los ha superado todos.

Nombre: Garret "El Corrupto"

Descripción física: Garret solía ser un hombre de aspecto normal, pero la influencia de la energía maligna lo ha transformado por completo. Su piel ahora está pálida y cubierta de manchas oscuras, como si estuviera podrida. Sus ojos, antes claros y brillantes, ahora brillan con un resplandor rojo intenso y están rodeados de venas negras que se extienden por su rostro. Su cabello, antes oscuro y bien cuidado, ahora está enmarañado y lleno de mechones grises y descoloridos.

Su cuerpo ha sufrido cambios grotescos. Sus extremidades están retorcidas y deformadas, con huesos sobresaliendo de su piel. Sus manos, antes hábiles, ahora están cubiertas de garras afiladas y negras. Su espalda está arqueada y su figura se ha encorvado, dándole una apariencia más animal que humana. Su voz, una vez suave y melódica, ahora es gutural y llena de una malicia inquietante.

Vestimenta: Garret viste harapos oscuros y desgastados, que apenas cubren su cuerpo deformado. Lleva una capa raída y desgarrada que le da un aspecto sombrío y misterioso. En su cintura, lleva una serie de cuchillos oxidados y una daga ennegrecida, listos para ser utilizados en cualquier momento. Su apariencia descuidada y sucia refleja su naturaleza despiadada y su falta de moral.

Personalidad: La energía maligna ha corrompido la mente de Garret, convirtiéndolo en un ser despiadado y sin escrúpulos. Su locura se manifiesta en su comportamiento impredecible y su sed de poder. Es astuto y manipulador, dispuesto a hacer cualquier cosa para obtener lo que desea. La corrupción ha oscurecido su corazón, dejando solo un deseo insaciable de destrucción y caos.

Después de leer el último renglón del informe, Hanami la chica de cabello blanco cierra los ojos y exhala un suspiro profundo. No es de derrota, sino de determinación. Sabe lo que viene, y está preparada para enfrentarlo.

La alarma suena, un sonido agudo y penetrante que resuena en la habitación. Su eco parece durar una eternidad, un recordatorio constante del peligro inminente. Pero ella no se inmuta. En lugar de eso, se pone de pie con gracia, su armadura plateada tintineando suavemente con el movimiento.

Con una mano, agarra la empuñadura de su espada, la otra aun sosteniendo el informe. Sus ojos azulados se endurecen, su mirada se vuelve más aguda. Hay una chispa en ellos, una llama de resolución que arde con una intensidad feroz.

Se dirige hacia la puerta, sus pasos resonando en el silencio que sigue a la alarma. Cada paso que da es firme y decidido, cada movimiento que hace es fluido y seguro. No hay duda en su mente, no hay miedo en su corazón. Está lista para la batalla que se avecina, lista para enfrentar cualquier desafío que se le presente.

Hanami cuando llega a las altas murallas que protegen la ciudad. Las piedras grises y robustas se alzan hacia el cielo, un baluarte imponente contra las amenazas que acechan más allá. A lo lejos, la tierra parece moverse, ondular como el mar en medio de una tormenta. Pero no es el mar lo que se agita, sino una ola de monstruos.

Son criaturas de todas las formas y tamaños, con garras afiladas y ojos brillantes llenos de malicia. Se mueven como una marea, una masa oscura y amenazante que se acerca cada vez más. El sol se pone detrás de ellos, tiñendo el cielo de rojo y lanzando largas sombras que se extienden hacia la ciudad.

Pero la chica de cabello blanco no se inmuta. Se para en la muralla, su figura solitaria destacándose contra el cielo rojizo. Su espada brilla con un brillo frío, un faro de esperanza en medio de la oscuridad que se avecina.

Mira a la ola de monstruos, su mirada es firme y decidida. No hay miedo en sus ojos, solo determinación. Sabe que la batalla será dura, que la lucha será feroz. Pero también sabe que no puede, no va a retroceder. Está lista para enfrentar la ola de monstruos, lista para proteger la ciudad que ya hace detrás de ella.

A medida que la ola de monstruos se acerca, la ciudad cobra vida. Los soldados, vestidos con armaduras relucientes, toman sus puestos en las murallas. Sus rostros están tensos, pero sus ojos brillan con determinación. Cada uno de ellos sabe lo que está en juego, y están listos para darlo todo por su ciudad.

Los arqueros se alinean en las almenas, sus arcos tensados y listos para disparar. Sus flechas, afiladas y mortales, están apuntadas hacia el enemigo que se acerca. A pesar de la tensión en el aire, sus manos son firmes, sus miradas concentradas.

Los magos, con sus túnicas flotantes y sus bastones brillantes, se preparan para lanzar sus hechizos. El aire a su alrededor chisporrotea con energía mágica, llenando el aire con un zumbido casi inaudible. Sus rostros están serenos, sus mentes enfocadas en las palabras de poder que están a punto de pronunciar.

Y luego están los soldados que manejan la artillería. Están ocupados cargando catapultas y balistas, sus movimientos rápidos y eficientes. A pesar del peso de las armas y la gravedad de la situación, hay una energía en ellos, una determinación que es casi palpable.

Todos están listos para la batalla que se avecina. A pesar del miedo y la incertidumbre, hay una sensación de unidad, de propósito compartido. Están listos para luchar, listos para defender su hogar contra la ola de monstruos que se avecina.

Hanami, la chica de cabello blanco, se destaca en la muralla, su espada brillante en la luz crepuscular. Con un grito de desafío, levanta su espada y la lanza hacia abajo en un poderoso corte. La hoja se ilumina con una luz azulada, la magia chisporrotea a su alrededor, creando un espectáculo de luces brillantes.

El corte no es solo físico, sino también mágico. Un gran corte de energía se dispara de la espada, volando hacia la ola de monstruos con una velocidad asombrosa. Es una fuerza imparable, una ola de poder que barre todo a su paso.

Cuando el corte de energía golpea a los monstruos, hay un destello de luz y un rugido ensordecedor. Los monstruos son lanzados hacia atrás, sus cuerpos despedazados por la fuerza del ataque. Es un golpe devastador, un golpe que marca el comienzo de la batalla.

Con el primer golpe dado, la ciudad estalla en acción. Los arqueros sueltan sus flechas, los magos lanzan sus hechizos, y los soldados de la artillería disparan sus armas. La batalla ha comenzado, y Hanami está en el centro de todo, su espada brillante y su espíritu indomable liderando la carga.

Me Reencarnado en un Dragón 2. TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora