JUGADOR PERFECTO | Neymar Jr

Capitulo 5 | Lee para mi

Habían pasado dos días desde que Neymar se presentó en mi casa sin previo aviso.

Y yo simplemente no podía dejar de pensar en el.

Tenía algo que me cautivaba y que me hacía querer estar a su lado, era como un imán.

-¿Qué es eso? -la suave voz de Neymar hizo que me sobresaltara.

-Es mi scooter -me di la vuelta hacia el -No te burles.

-¿En dónde está tu sombrilla?

-No necesito una -volteé hacia arriba dejando que las gotas de agua impregnaran mi rostro -Amo la lluvia.

-No creo que sea buena idea conducir un scooter mientras llueve -se acercó cubriéndome con la sombrilla que llevaba -No es seguro, amor.

-Lo siento, futbolista -rodé los ojos -Pero no todos podemos comprar esa nave espacial a la que llamas coche.

Detrás de el había un hermoso coche deportivo color negro, lo vi detenidamente, después de todo, ese tipo de coches no los ves todos los días.

-¿Sorprendida de saber que no todos tienen tu estilo de vida?

-Estás equivocada -su dedo rosó la punta de mi nariz -Puedo demostrare que realmente estoy interesado en ti.

-No es necesario, gracias.

Sonrió volviendo a ver mis labios por ¿milésima vez?

-¿Por qué no estabas aquí ayer?

-Porque era mi día de descanso -pausé pensando en lo que dijo -¿Estuviste aquí ayer?

-No.

POV NEYMAR

De hecho, si estuve el día anterior.

Odiaba mentir, en especial a ella.

Pero me habría visto como un completo desquiciado que la sigue a todas partes si le hubiera dicho.

Había esperado por ella por al menos tres horas...

Entramos a la biblioteca después de que la lluvia incrementara y ella seguía con cara de intentar resistirse a mí.

-¿Qué estás haciendo aquí?

POV ALICE

-¿Tienen muchos clientes? -preguntó evadiendo lo anterior.

-No realmente admití -Es por eso que leo todo el tiempo, no hay personas que vengan, incluso cuando estoy en horario de trabajo.

-Léeme.

-¿Qué?

-Quiero que leas para mí -me dio una sonrisa de lado -Léeme lo que más te guste.

-¿Tienes alguna extraña fantasía bibliotecaria o algo así?

-No... -soltó una linda risa, para después agregar -No hasta que te conocí.

¿Nunca se cansa de decir ese tipo de cosas?

-Solo quiero que leas para mí.

No tenía idea de por qué, pero lo hice.

Escogí una de mis novelas románticas favoritas y comencé a leer.

Aunque había leído ese libro docenas de veces, las palabras se enredaban en mi boca mientras sentía sus intensos ojos sobre mí.

No dejó de prestarme atención, ni por un segundo.

Era magnífico que todo su interés se encontrara
en mí, no había hecho lo contrario ni para mirar el reloj, su celular, o por la ventana para apreciar la lluvia.