Capítulo 4: ¡Bienvenidos al otro lado!

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Después de lo que parecía una eternidad, finalmente ambos tocaron el suelo. Tomó unos segundos para que ambos se reincorporaran, pero al hacerlo, vieron lo que tenían delante: un castillo de grandes proporciones del cual, brotaba un géiser, llenando el cielo de una profunda y densa oscuridad. La fuente oscura que provenía del castillo de Ralsei parecía darles la bienvenida a los héroes que habían traído paz y balance al mundo. Kris miró a su compañera, quien lo miraba igualmente con una expresión de burla. Ella se levantó, y mientras le extendía su mano para que el se levantase igualmente, le preguntó con un tono sarcástico y burlesco:

-¿Aún prefieres quedarte en clase, azulito?- Haciendo énfasis en el el tono de piel que adoptaba el humano cada que entraban al Mundo Oscuro. El joven, tomando su mano, rio mientras se paraba con lentitud, solo con la intención de fastidiarla. Cuando ambos se encontraban de pie, emprendieron una caminata corta hacia el castillo, esperando poder encontrarse con sus amigos nuevamente. 

Mientras caminaban, el de cabellos rebeldes pensaba en la facilidad con la que su amiga parecía despreocuparse. No es que el viviese con muchas preocupaciones ni mucho menos, pero la gracia con la que ella dejaba de lado sus responsabilidades solo para visitar a sus amigos, le asombraba pero de forma positiva. ¿Quién iba a pensar que la terrible Susie, la estudiante a la cual todos los profesores y profesoras temían y respetaban a partes iguales, tendría un corazón después de todo? Esto le hacía un poco de gracia, pensar en cómo ella parecía preocuparse por sus amigos de verdad, teniendo en cuenta su reputación pero también su forma de ser, se le hacía como mínimo, divertidísimo.

Mientras más se adentraban al corazón del reino, las calles rápidamente se volvían más concurridas y llenas de gente. Solían preguntarse recurrentemente si el reinado de Lancer le hacía un bien real a ese mundo, pero con Ralsei como consejero oficial del rey, tenían más que claro que sus decisiones serían las mejores y más acertadas. Por algo el reino seguía de pie y no era un completo desastre, pensaban ambos. Aunque la idea de ver a su amigo carta de pica con un manto de rey, posiblemente ocho veces más grande que él, les hacía demasiada gracia. Al entrar al castillo, fueron recibidos por unos cuantos guardias, quiénes se paraban derecho en forma de honor. Susie iba a hablar antes de ser interrumpida por uno de los Ruddin que resguardaban la gran estructura detrás de ellos.

-Por favor, identifíquense ahora mismo.- La monstruo, frunció el ceño, posiblemente en desacuerdo con la norma del guardia. El joven, solo suspiraba mientras se paraba y miraba en silencio a su amiga, posiblemente pensando en qué barbaridad saldría de su boca. Ella rio en voz baja mientras miraba al guardia de forma desafiante y le respondía en un tono de sarcasmo evidente.

-Vamos, llevamos haciendo esta tonta identificación desde hace un buen tiempo. Estoy más que segura que sabes perfectamente quiénes somos.- El guardia se mantuvo firme a su postura, parecía la clase de persona terca que no le gustaba recibir un "no" por respuesta. O tal vez solo era un guardia queriendo cumplir con su obligación y estaba esta lagarto rosada con pinta de punk, a decirle lo que tenía que hacer. Con un tono de molestia bastante notorio, contestó.

-No tienes ningún tipo de autoridad aquí, niña. Sigue nuestras instrucciones o regresa al lugar del que llegaste.- El humano tragó saliva con algo de temor, de seguro que en su cabeza, ya se estaba imaginando el espantoso destino que sufriría el guardia si no actuaba pronto. Tratando de intervenir, intentó contener a la monstruo para que no provocara ningún homicidio voluntario. Sin embargo, parecía que no hacía falta que interviniese en absoluto.

-Déjalos pasar, por favor. ¡No hay problema!- Vociferó alguien que parecía venir desde adentro del castillo. El guardia de inmediato se paró derecho mientras la voz que ya era conocida para Kris y Susie, se acercaba más y más. Pronto, las puertas de la gran estructura en frente de ellos, se abrieron lentamente dejando ver a su dulce y amable amigo cabra; Ralsei, quien les miraba con una tierna y cálida sonrisa. Ambos amigos, sonrieron casi de forma instantánea mientras corrían a abrazar al recién llegado.

DELTARUNE: Light & DarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora