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NASH POV's

Era viernes, un aburrido viernes por la tarde. No había ido a clases y me la pasé llorando cada jodido minuto ¿por qué Cameron tenía que reaccionar así? No me dio tiempo de explicarle.

No soy gay, o al menos, no estoy seguro de serlo del todo.

Jalé de mi cabello en signo de frustración.

Esa pregunta recorría mi mente ¿era homosexual? ¿bisexual? Nunca me había sentido atraído por un hombre, aunque no puedo negar haberme sentido incómodo con Cameron algunas veces, cuando estábamos demasiado cerca o él llevaba escasa ropa. Y lo peor de todo era que me sentía aun más confundido con Sam.

Bajé las escaleras, alguien había interrunpido mi masacre de neuronas.


- Ya voy - grité desde el último escalón.

Delante mío se encontraba Sam, con su perfecto cabello lila y sus hermosos ojos negros.

¿Ven? Esas clase de pensamientos me hacia dudar.

- H-hola - sonrió tímido - ¿puedo p-pasar? - asentí sonriente y cerré la puerta detrás de él.

- ¿Cómo supiste mi dirección? - le pregunté.

- Bueno... - dijo rascándose la nuca, haciendo que su camisa se levantase un poco.

Mordí mi labio. Dios, ese poco de piel me hacía perder la cordura.

- ¿Qué? ¿Ahora me acosas? - dije con una ceja alzada y su cara enrojeció.

- ¡No! S-se lo pregunté a tu amigo D-dallas - mi sonrisa se borró.

- ¿Y él te la dio? - pregunté confundido y dolido.

- Después de discutir, no - sonreí y ladié mi cabeza dando a entender que estaba perdido - b-bueno, me estabas preocupando, así que lo seguí, él venía hacia acá, estaba en la puerta, pero no tocó y simplemente se fue -

Cobarde, pensé.

- Oh - pendejo - entonces... - sonreí, que bipolar puede llegar a ser la gente - ¿estabas preocupado por mí? - me acerqué a él, estaba a centímetros de rozar su nariz, pero para mi sorpresa él no bajó la cabeza, Sam me sostuvo la mirada con las mejillas sonrojados, él era tierno, demasiado.

- P-podría decirse que sí - dijo sonriente.

- Me gusta tu sonrisa - abrió los ojos y después sonrió aun más.

- Me gustan tus ojos - estoy seguro que debo de haberme sonrojado - ¿por qué faltaste tantos días? - pasé una mano por mi cabello y humedecí mis labios.

- Es... complicado - él sonrió y tomó mi mano, cosa que me sorprendió, pero no quise apartarla.

- Explícame entonces, tú me escuchaste y sanaste, déjame hacer lo mismo - sonreí ante sus palabras.

- Le dije a mi mejor amigo que era gay y él me insultó, asi que doy por hecho que no lo tomó muy bien - mi voz sonó quebrada y Sam se lanzó a abrazarme. Había olvidado mi sufrimiento con su presencia, su pregunta me hizo recordarlo, pero ahora que me abrazaba, no recordaba ni por qué lo hacía, solamente quería que me abrazara así siempre.

Él y nadie más.

Es gracioso.

Recuerdo aquellos días en los que Cameron era ese Él, y ahora ya no lo es más.

¿POR QUÉ ÉL?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora