* 06 *

752 70 12
                                    

NASH'S POV

Salí lo más rápido que pude del salón. Odiaba esto. De todas las personas ¿Yo tenía que ser su pareja de trabajo? ¿enserio? ¿qué clase de cliché es ese? 

- ¡Nash! - reconocí su voz y me apresuré a llegar hasta la salida.

Había sido nuestra última clase. 

- ¡NASH! - gritó más fuerte y yo bufé.

Si me iba no haríamos el trabajo y probablemente reprobaría fotografía, no estaba dispuesto a venir en mis vacaciones solamente para tomarle fotos a los pasillos del colegio, o para estudiar sobre el mejor fotógrafo de Francia, giré sobre mis talones y me apoyé en el marco de la gran puerta de entrada, viendo, con expresión aburrida, a Cameron correr hasta a mí.

- Apuesto a que me esperaste sólo por querer aprobar - dijo sonriente cuando estuvo al frente mío.

- Me conoces tan bien - dije con sarcasmo y empecé a caminar adentrandome a los pasillos, sentí a Cameron seguirme por detrás.

- Y... ¿dónde haremos el trabajo? - paré en seco y Cameron soltó una risita - podemos ir al salón del 3B, siempre está vacío - asentí sin mirarlo y empecé a caminar.

No lo parecía, pero me sentía dolido, con solo  ver su rostro recordaba cada palabra que él había dicho, y se repetían en mi mente una y otra vez. Mis ojos empezaron a arder, los cerré bruscamente, así evitaría llorar, y caminé aún más rápido.

- ¿Cómo has estado? - preguntó cuando empezábamos a subir las escaleras al tercer piso, en todo el camino estuvo callado.

- Muy bien - respondí seco.

Llegamos al salón 3B y empujé la puerta. Las paredes eran blancas y el piso era de un marrón clarísimo, nuestro instituto tenía muy buena pinta.

- ¿Tienes una cámara? - le pregunté apoyado en una de las ventanas del salón.

- Uh me olvidé de eso, iré a pedirlas, no tardo - salió corriendo.

En ningún momento hice contacto visual con él.

Decidí empezar a desvestirme, sería menos incómodo, pensé. Dejé mi mochila en el piso y empecé a desabotonarme la camisa roja, hacía calor, por lo que no me sería muy difícil estar sin alguna prenda. Me saqué la camisa y la tiré sobre mi mochila. 

Me estaba desabotonando el jean cuando Cameron entró. Apenas abrió la puerta tiró la cámara, me las arreglé para llegar a sujetarla.

- ¿Pero qué demonios te pasa? - él parecía en una especie de trance, pestañeó unas cuantas veces.

- N-nada - asentí confundido ante su nerviosismo.

- ¿Sabes cómo colocar la cámara? - asintió y se concentró en armar y prender la cámara.

Me senté en el piso y al estar aburrido miré hacia Cameron. Hacía movimientos torpes con sus manos y fue peor cuando se dio cuenta que lo estaba mirando, temía que vuelva a tirar la cámara.

- L-listo - dijo y yo me paré - ¿cómo planeas hacer las tomas? - preguntó en un susurro.

- Creo que... - me rasqué la nuca, no pensé muy bien en lo que haría - solo imitaré las fotos de una revista - él asintió y tomó el aparato en sus manos.

Cameron empezó a fotografiarme mientras yo trataba de verme igual que aquellos modelos, digamos que me fue muy dificil tratar de posar.

- Un rato - dije para luego bajarme el jean por completo y tirarlo junto a mi camisa y mochila, había tenido la suerte de estar llevando unos Calvin Klein.

- ¿Q-qué haces? - me encogí de hombros.

- Así se notará mejor la marca - Cameron asintió con un pequeño rubor en sus mejillas, reí para mis adentros.

Empezó a tomar las fotos, coloqué mis brazos detrás de mi cabeza y mientras intentaba hacer diferentes gestos.

- Creo que ya estuvo - susurró.

Dirigí mi mirada a él y solté una enorme carcajada.

- ¿D-de que t-te ríes? - preguntó mirando al piso con el rostro rojo como un tomate.

- ¿Enserio no lo sabes? - pregunté esta vez yo mordiéndome el labio para evitar volverme a reír. Cameron negó lentamente.

- Pues... digamos que he podido notar tu "pequeño" problemita - dije sonriente y haciendo comillas. Me mordí el labio con más fuerza al notar lo grande que se iba haciendo su erección. Cameron bajó la vista a su entrepierna, dio un brinco y la intentó tapar con sus manos. 

No pude evitar reírme. Cameron seguía sin verme a los ojos.

- D-deja de reírte N-nash - esta vez sí fijó sus ojos en los mios y pude notar como estos se cristalizaban.

Sin razón alguna me acerqué a él y tomé su rostro entre mis manos, Cameron se sorprendió pero no las apartó, solo agachó la cabeza esquivando mi mirada.

- ¿Que pasa? - le pregunté, aunque odiaba que mi voz suene dulce y preocupada con alguien como él, alguien que me había hecho daño.

- D-duele - mierda, era tan tierno tenerlo así. Sonreí y alzé una ceja.

- ¿Nunca habías tenido una erección? - quité mis manos de su rostro y lo miré burlón. Él se sonrojó aun más.

- S-sí - me fulminó con la mirada y reí.

- ¿entonces? - pregunté entre risitas.

- N-nunca habían sido tan g-grandes - soltó avergonzado y mordí mi labio.

- ¿No quieres que yo te ayude? -




¿POR QUÉ ÉL?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora