NASH'S POV
Salí lo más rápido que pude del salón. Odiaba esto. De todas las personas ¿Yo tenía que ser su pareja de trabajo? ¿enserio? ¿qué clase de cliché es ese?
- ¡Nash! - reconocí su voz y me apresuré a llegar hasta la salida.
Había sido nuestra última clase.
- ¡NASH! - gritó más fuerte y yo bufé.
Si me iba no haríamos el trabajo y probablemente reprobaría fotografía, no estaba dispuesto a venir en mis vacaciones solamente para tomarle fotos a los pasillos del colegio, o para estudiar sobre el mejor fotógrafo de Francia, giré sobre mis talones y me apoyé en el marco de la gran puerta de entrada, viendo, con expresión aburrida, a Cameron correr hasta a mí.
- Apuesto a que me esperaste sólo por querer aprobar - dijo sonriente cuando estuvo al frente mío.
- Me conoces tan bien - dije con sarcasmo y empecé a caminar adentrandome a los pasillos, sentí a Cameron seguirme por detrás.
- Y... ¿dónde haremos el trabajo? - paré en seco y Cameron soltó una risita - podemos ir al salón del 3B, siempre está vacío - asentí sin mirarlo y empecé a caminar.
No lo parecía, pero me sentía dolido, con solo ver su rostro recordaba cada palabra que él había dicho, y se repetían en mi mente una y otra vez. Mis ojos empezaron a arder, los cerré bruscamente, así evitaría llorar, y caminé aún más rápido.
- ¿Cómo has estado? - preguntó cuando empezábamos a subir las escaleras al tercer piso, en todo el camino estuvo callado.
- Muy bien - respondí seco.
Llegamos al salón 3B y empujé la puerta. Las paredes eran blancas y el piso era de un marrón clarísimo, nuestro instituto tenía muy buena pinta.
- ¿Tienes una cámara? - le pregunté apoyado en una de las ventanas del salón.
- Uh me olvidé de eso, iré a pedirlas, no tardo - salió corriendo.
En ningún momento hice contacto visual con él.
Decidí empezar a desvestirme, sería menos incómodo, pensé. Dejé mi mochila en el piso y empecé a desabotonarme la camisa roja, hacía calor, por lo que no me sería muy difícil estar sin alguna prenda. Me saqué la camisa y la tiré sobre mi mochila.
Me estaba desabotonando el jean cuando Cameron entró. Apenas abrió la puerta tiró la cámara, me las arreglé para llegar a sujetarla.
- ¿Pero qué demonios te pasa? - él parecía en una especie de trance, pestañeó unas cuantas veces.
- N-nada - asentí confundido ante su nerviosismo.
- ¿Sabes cómo colocar la cámara? - asintió y se concentró en armar y prender la cámara.
Me senté en el piso y al estar aburrido miré hacia Cameron. Hacía movimientos torpes con sus manos y fue peor cuando se dio cuenta que lo estaba mirando, temía que vuelva a tirar la cámara.
- L-listo - dijo y yo me paré - ¿cómo planeas hacer las tomas? - preguntó en un susurro.
- Creo que... - me rasqué la nuca, no pensé muy bien en lo que haría - solo imitaré las fotos de una revista - él asintió y tomó el aparato en sus manos.
Cameron empezó a fotografiarme mientras yo trataba de verme igual que aquellos modelos, digamos que me fue muy dificil tratar de posar.
- Un rato - dije para luego bajarme el jean por completo y tirarlo junto a mi camisa y mochila, había tenido la suerte de estar llevando unos Calvin Klein.
- ¿Q-qué haces? - me encogí de hombros.
- Así se notará mejor la marca - Cameron asintió con un pequeño rubor en sus mejillas, reí para mis adentros.
Empezó a tomar las fotos, coloqué mis brazos detrás de mi cabeza y mientras intentaba hacer diferentes gestos.
- Creo que ya estuvo - susurró.
Dirigí mi mirada a él y solté una enorme carcajada.
- ¿D-de que t-te ríes? - preguntó mirando al piso con el rostro rojo como un tomate.
- ¿Enserio no lo sabes? - pregunté esta vez yo mordiéndome el labio para evitar volverme a reír. Cameron negó lentamente.
- Pues... digamos que he podido notar tu "pequeño" problemita - dije sonriente y haciendo comillas. Me mordí el labio con más fuerza al notar lo grande que se iba haciendo su erección. Cameron bajó la vista a su entrepierna, dio un brinco y la intentó tapar con sus manos.
No pude evitar reírme. Cameron seguía sin verme a los ojos.
- D-deja de reírte N-nash - esta vez sí fijó sus ojos en los mios y pude notar como estos se cristalizaban.
Sin razón alguna me acerqué a él y tomé su rostro entre mis manos, Cameron se sorprendió pero no las apartó, solo agachó la cabeza esquivando mi mirada.
- ¿Que pasa? - le pregunté, aunque odiaba que mi voz suene dulce y preocupada con alguien como él, alguien que me había hecho daño.
- D-duele - mierda, era tan tierno tenerlo así. Sonreí y alzé una ceja.
- ¿Nunca habías tenido una erección? - quité mis manos de su rostro y lo miré burlón. Él se sonrojó aun más.
- S-sí - me fulminó con la mirada y reí.
- ¿entonces? - pregunté entre risitas.
- N-nunca habían sido tan g-grandes - soltó avergonzado y mordí mi labio.
- ¿No quieres que yo te ayude? -
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¿POR QUÉ ÉL?
RomansaDonde Cameron se da cuenta de que el único que siempre ha estado para él ha sido su mejor amigo, Nash Grier.