* 10 *

760 82 18
                                        

CAMERON'S POV

Tomé a Nash de la mano y volví a darle un corto beso.

- Lamento todo lo que hice - y otro más - te quiero - 

- Yo igual - susurró y eso me hizo sonreír.

- ¿T-te alejarás de Sam? - y por alguna razón eso le hizo sonreír a él también.

- ¿Por qué abría de hacerlo? - preguntp y respondí lo primero que pasó por mi mente.

- Porque eres solo mío - me sonrojé al instante después de pensar en lo que había dicho.

- ¿Enserio? - preguntó burlón con una ceja levantada.

- Si... - escuché una pequeña risita departe de él, yo no lo veía, me parecía más interesante el césped en mis pies, bueno... realmente me avergonzaba lo que acababa de decir.

- Y tu mío - no lo preguntó ni susurró, lo afirmó con gran sinceridad en su voz y eso provocó que levantara la vista, me sonrió tiernamente y volvió a unir nuestros labios.

- ¿Recuerdas cuando me fracturé el brazo? - preguntó mientras caminábamos devuelta a los pasillos.

- Cómo no olvidarlo - respondí sonriente.

- Sky me dijo que estabas tan preocupado por mí que quisiste entrar a verme y como no te dejaban hasta dijiste que eras mi novio - sentí el calor subir a mis mejillas.

- Sky traidora - susurré para mi pero Nash logró escucharme y rió fuerte, me limité a jugar con mis dedos y caminar sin verlo.

- Eso fue muy tierno - dijo mientras me daba un apretón en las manos, pero me soltó rápidamente. Hice un puchero y me quedé viéndolo, dios, yo era el único inútil que se atrevía a rechazarlo.

- ¿Qué? - preguntó confuso.

- Me gustaria poder tomarnos de las manos todo el tiempo - dije aún con mi puchero.

- Yo también, pero tenemos el resto del día para hacerlo - asentí feliz. 

Seguimos caminando en direccion al aula de ciencias cuando Nash paró su paso y se fijo en algo que estaba por la entrada del instituto. Seguí su mirada seria y sentí algo de dolor al ver que toda su atención estaba en aquel chico desconocido besando a Sam.

- ¿E-estas celoso? - pregunté con la mirada baja, al menos si me decía que si seria menos hiriente el no ver su expresión.

- No - levantó mi mentón y me alivió demasiado verle sonreír hacia mi - cuando otra persona este así de cerca de ti me pondré realmente celoso, porque ya sabes, solo me interesas tú - sonreí y rápido dirigí mi vista hacia los lados, al notar la ausencia de alumnos, me lanzé a abrazarlo rodeando su cuello y lo besé, me sujetó de la cintura tambaleándose un poco y cobrando el equilibrio para devolverme el dulce beso, que más bien era algo más apasionado de lo que planeaba.

Me separé de él y pude admirar sus rostro con los ojos aún cerrados y escuchar su respiración agitada.

- Joder, debería decir más cosas de ese tipo si te pones así al oírlas - lo codeé y Nash rió mientras levantaba mi mochila del piso, que magicamente había llegado allí durante nuestro beso.

- Tengo que irme - dijo al llegar juntos al aula, el profesor de ciencias ya había empezado su clase, bufé, seguro me ganaría una amonestación.

- Nos vemos luego - le sonreí y Nash me devolvió la sonrisa.

- Suerte con tu examen de literatura - le dije mientras tomaba el pomo de la puerta en mis manos, y cuando estaba a punto de entrar le escuché.

- ¿Cam, quieres ser mi novio? - abrí los ojos sonrojado mientras el profesor me miraba negando la cabeza.

Procesé lo dicho mientras me ganaba un regaño y cuando mi cerebro pareció procesarlo, salí al pasillo corriendo detrás de Nash, lo alcanzé cuando daba la vuelta en el corredor.

- Si - logré decir entre agitadas respiraciones.

- No te arrepentiras - y volvió a besarme, me tomó del cuello atrayéndome a él y me olvidé de lo agitado que estaba.

- Estoy seguro de que no voy a arrepentirme - susurré encima de sus labios.

Sonrió y me dio un casto beso.

- ¡Dallas! - escuché a alguien gritar mi apellido a lo lejos.

- Creo que te tienes que ir - dijo burlón mientras soltaba su agarre en mí.

- Calla, ahora por tu culpa voy a ir a detención - me quejé acomodándo mi mochila en mis hombros. Nash rió y me guiñó un ojo.

- Entonces haré lo posible para acompañarte allí, sabes que es muy fácil para mí ganar un pase a la sala de castigos - me dio un corto beso y caminó unos cuantos pasos para llegar al frente de la puerta de su aula - adiós bebé - y entró.

Me quedé embobado con lo último que había dicho.

- ¡Dallas! - volví a escuchar pero esta vez más cerca.

Y no me importó, porque por fin entendía.

¿Por qué él? Porque no habría otra persona que me conociera e hiciera sentir como él lo hacía.

* FIN *


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 01, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

¿POR QUÉ ÉL?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora