Llegó el gran día donde averiguarían que estaba pasando realmente.
Seungmin se levantó temprano, al rededor de las ocho, como siempre. Se arregló con su traje de siempre y salió de su habitación, como siempre. Su rutina normal, no demoró más de diez minutos.
Al salir se encontró con la parejita de la casa en la puerta de su habitación.
-¡Santa madre! ¡¿Que hacen ahí parados?! ¡Me asustaron! -gritó con enfado, poniendo ambas de sus manos en su pecho para calmar sus latidos acelerados y respiración errática.
-¡Callate! Hyunjin aún está dormido -dijó Han pasando a la habitación del menor.
Ambos pasaron y tomaron asiento en la cama del chico.
Seungmin volvió a cerrar su puerta y se sentó en la silla de su escritorio frente a ellos.
-¿Estan listos, verdad? Han, no lo olvidés, Hyunjin no puede saber que no estamos. Todo tiene que salir bien. Y si Felix es inocente, habrán represarías graves contra Seo. Debemos hacerlo perfecto, no podemos cometer errores.
-No podemos fallar.
Los otros asintieron en respuesta. No había mucho más para decir la verdad. Solo debían ser cuidadosos en dos cosas; Han no podía permitir que Hwang notara la ausencia de los otros dos, y Seungmin y Minho debían ser ágiles y no dejarse atrapar por Changbin. ¿fácil, no? Para gente como lo eran ellos, debía serlo.
-Pero Seungmin, ¿estas seguro de que ésto realmente va a funcionar? Digo, puede que falle en muchos sentidos. No lo sé, algo no cuadra, hay una falla en tu plan, pero no se cual es. Estamos olvidando algo grande y pesado.
-Claro que no. Estas perseguido Hannie, esto saldra de maravillas, créeme. Ahora vamos a desayunar y a despertar a Hyunjin.
Para eso último dicho, el pelinegro se levantó derecho a la salida de su cuarto, y detrás de el fue Minho.
-Espero que tengas razón Seung. No quiero perderlos por un error.
Y con eso dicho, también salió de la habitación, directo a la cocina.
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Eran las 7:30 de la tarde. Los chicos ya estaban listos para salir. Y aunque faltaba una hora, querían llegar antes, ya que aún debían pensar como entrarían al predio.
Y no fue porque Kim no lo planeará antes, sino porque, según el, era lógico lo que harían, por eso ni siquiera lo menciono a los otros dos.
Por otra parte, Hyunjin, había pasado todo el día acostado, se estaba recuperando de los dolores de pecho que le habían quedado por lo sucedido hacía ya once días. Los dolores no se le habían ido aún. Así que ni siquiera intentaba levantarse de la cama, además Han no lo dejaba hacerlo tampoco.
