11:45
Felix se había quedado solo hacía unos quince minutos. Estaba sentado en el exterior de la mansión Hwang.
Extrañamente los guardias que patrullaban la mansión no estaban, no los encontraba por ningún lado. No le tomo mayor importancia, se dijo así mismo que debían estar patrullando otra zona de la enorme casa. No debía sentir miedo, no pasaría nada.
Optó por entrar a la casa. Caminó hacia la cocina donde estaba decidido a ponerse a cocinar un brownie de chocolate y más postres ricos para esperar a su familia cuando regresarán de esa misión.
Quería esperarlos con algo para que comieran, de seguro estarían cansados y hambrientos.
Pero toda esa emoción y despreocupación se desvaneció cuando entro a la cocina y vio una cabellera rubia desconocida sentada en la mesa tarareando una melodia que también desconocía, con un cuchillo en la mano. Se veía tan tenebrosa esa escena que parecía algo irreal.
Su cantó hacía que la respiración se le cortara de lo espeluznante que era. Le estaba dando la espalda, así que supuso que no lo había visto aún y que tendría suerte si podía salir de la casa y correr por ayuda.
A paso lento comenzó a retroceder y alejarse del muchacho, pensando que podría llamar a Hyunjin, de verdad que creyó eso. Hasta que una voz lo detuvo en seco, rompiendo el silencio ensordecedor que reinaba el lugar.
-¿Lee Felix? -dijo en tono despectivo- ¿A donde crees que vas? -preguntó con un tono de burla ahora.
-Soy I.N -se dio la vuelta lentamente, generando un suspenso que Felix no estaba tolerando, mirando al pecoso de una forma poco amigable pero muy amenazante.
Lee sintió todo su cuerpo erizarse del miedo, estaba en una situación donde claramente estaba siendo intimidado. Y no solo por el cuchillo ensangrentado en su mano, su porte en si lo aterraba.
-Fui enviado para llevarte a donde perteneces realmente -continuó, poniéndose de pie caminando hacía el pelinegro- aviso desde ya chiquito que sino vienes conmigo por las buenas, entonces sera por las malas, tu elijes -decretó.
Al oír eso, Felix sabía que debía actuar rápido. Pero ¿que debía hacer? No tenía ni la más remota idea de como actuar.
Solo sabía que lo estaba mirando directamente a los ojos y no se le ocurría ningún plan que lo ayudará ahora.
Era la primera vez que su mente se nublaba de esta forma en situaciones tan peligrosas como lo es está.
Aunque pudo recordar algo, un pensamiento iluminó su mente. En su habitación la cual compartía con Hyunjin, había un arma.
Arma que era de su pertenencia, fue el regalo de su esposo cuando empezaron a vivir juntos. Aún así la guardaba Hyunjin en su mesa de luz, ya que el no queria tener contacto con armas en aquella época. Ahora la necesitaba más que nunca.
Pensó que si corría lograría tomarla del armario.
Y vió su oportunidad cuando sintió su teléfono comenzar a sonar y el rubio se distrajo buscando con la mirada el teléfono del pelinegro.
-Yo elijo por las malas -gritó en respuesta al rubio cuando comenzó a correr a las escaleras.
El otro solo lo miraba con una mueca de diversión. Corrió hacía las escaleras detrás del pecoso. Felix intentó subir, pero falló drásticamente por culpa de I.N.
-Eres un estupido -insultó, tomándolo con fuerza del antebrazo derecho, jalándolo con fuerza hacía el mismo, donde lo agarró de su remera negra y el cuello riéndose de Felix en su propia cara.
