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El tiempo es algo que pasa realmente rápido sin que te des cuenta. Los segundos, los minutos, las horas, los días, los meses y los años. Simplemente se van como agua entre las manos.
Y ya hacia un año exactamente desde la muerte de Felix.
Al principio fue difícil para todos, el dolor de la perdida y de darse cuenta que una parte importante de ellos murió, que se fue lejos y que ya no va a regresar, fue simplemente horrible.
Además de eso y vivir con la culpa y el odio que se tenían a ellos mismos, las cosas cambiaron drásticamente en la casa.
Y no solo se referían a que el ambiente era distinto, había una sensación de tristeza y tensión todo el tiempo, ya no habían risas y todo era más oscuro. La vida de todos se torno de un color gris oscuro sin matices de felicidad, ni blancos de pureza.
Las personas que vivían allí también cambiaron de una noche para una mañana, y a los que más se les noto fue a Hyunjin, Lee Know y Seungmin.
Recordemos lo que paso con Hwang en el hospital una vez que se encontraba "más tranquilo".
~•~•~•~
-Felix está -hizo una leve pausa, pensando, tragando el nudo en su garganta y hablando por fin- está muerto -escupió al del otro lado de la línea, Jisung.
-¿Que me estas diciendo, Han Jisung? No es gracioso -rio sin gracia el otro Lee más grande.
Había estado con el pecoso esa misma mañana, esto debía ser una broma. Si, una maldita broma.
-Amor, por favor, solo vengan al hospital lo más rápido posible -cortó la llamada al terminar esa frase.
Realmente nunca se imaginó que debería informarle algo así a sus amigos y pareja. Nunca se esperó, ni siquiera lo pensó, que su relación con su mejor amigo acabaría así.
No lo creía, no lo asimilaba y no lo aceptaba. Se negaba.
¿Es que como iba a aceptar una cosa así? Después de todas las cosas que pasaron juntos, todas las veces que lo cuidó y protegió con su vida.
Todas las veces que...
-Hannie -interrumpió sus pensamientos la suave voz de Hyunjin. Estaba completamente quebrada, nunca antes lo había escuchado hablar de esa forma. Ni siquiera tenía fuerzas para hacerlo.
-¿Esto también es mi culpa? -preguntó subiendo su mirada, dejando ver un rostro completamente rojo y lloroso.
Sus labios temblaban, sus ojos se habían hinchado y se notaba que apenas podía respirar, estaba muy acelerado.
Sumando el dolor de sus heridas y todo el cansancio emocional y mental, Han realmente no quería saber que se sentía ser él en estos momentos.
Jisung no supo que decir por unos minutos. No hubo una respuesta.