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POV. Minyoung

" Dolor, y nada más que dolor. "

Llamaba a Felix a cada segundo, pues el dolor de que él no me haya contestado en toda una semana era inmenso, quizás era porque el se declaró, y si, estaba claro que era por eso, pero ni si quiera me dio tiempo a darle una respuesta y eso es lo que me jode.

Decidí ir hacia su casa, porque estaba cansada de su actitud, me parecía horrible el hecho de que él le haga esto a la persona que según el "le gusta".

"Mi Lix no era así.." fue lo único que pasó por mi mente.

Que le habría pasado mientras yo no estaba? Porque ya no confía en nada ni en nadie? Porque si esto hubiera pasado antes juraría que él me hubiera dado el suficiente tiempo como para contestarle.

O tal vez nunca lo conocí bien y me enamoré de una persona creada por mi imaginación.

La lluvia caía fuertemente, cada gota resonaba con el impacto del suelo, corría lo que más podía, cómo si mi vida dependiera de ello, y es que en realidad si lo hacía, yo dependía de Felix, era malo, lo sabía, pero no lo iba a poder negar.

Todas las estupideces que hicimos -en excepción de nuestra CASI relacion en el pasado-  rondaban por mi mente, cada tontería clavándose como una navaja en mi corazón, mis ojos empezaron a gotear soltando las lágrimas que tanto necesitaba dejar ir.

Lloraba y corría por el simple que hecho que sabía que Felix era capaz de desaparecer de mi mundo, al menos del mío, porque él era muy capaz de irse para siempre, porque él simplemente, había cambiado.

El hecho de hace días anteriores haberme informado con que Felix planeaba hacerlo, era lo que me confirmaba cada mala idea que tenía en mi cabeza.

La gente me veía como una loca, y si, quizás era una perra loca.

Pero una perra loca por Lee Felix.

Porque lo amaba como una perra loca.


Mis pasos enfurecieron, no sentía mis pies, pero eso no me iba a parar, de lejos puede ver la misma mansión en la que él vivía, no habia cambiado nada.


No podía pensar en que Felix era el mismo Niño que odiaba en mi niñez, odiarle ahora no estaba en mis planes, no estaba en mis planes volver a ese pasado en concreto.

Si no al paso en donde los dos nos gustábamos, y nos queríamos mutuamente.

Toque la puerta con mi corazón acelerado, y temblando del frío y el miedo que tenia, después de esto iba a tener un resfriado seguro.

Y me recibió mi pecoso.

Mi amado Lix.

Sin esperar un segundo más me lanze hacia el, besándolo como si no hubiera un mañana, y pasando me por la mismísima raja del culo si nos veían.

Sus labios eran tan suaves como los recordaba, al principio el no reaccionó, pero en poco tiempo nuestros labios ya estaban sincronización, baje la intensidad intentando no parecer más desesperada de lo que lucía por haber corrido y mojado para llegar hasta el.

Cuando nos alejamos, vi sus mejillas color carmesí y sus labios brillantes y rojos, su pelo desordenado, y sus lindos ojitos que me miraban con atención.

Oh, y a su madre y a sus amigos atras.

Y si, sabía muy bien que ellos estaban atrás desde antes, también estaba su padre, de paso.

Hello idiot? ¡I like you! ©Lee FelixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora