En dónde un chico nuevo quiere terminar la secundaria en una nueva ciudad, o al menos eso aparenta. Gracias a esto termina conociendo a 𝐌𝐨𝐨𝐧, una chica que se interesó en él y quiso ser su amiga, pero al conocerlo más, ella comienza a crear much...
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Rato despues de terminar esa ducha..especial, Bill fue a buscar ropa a su casa y yo mientras tanto me puse un pijama de un pantalón negro tiro bajo, holgado, junto a una camiseta de Minnie Mouse que usaba de pequeña, está ahora me quedaba como una pequeña ombliguera ajustada.
por la ventana, pude observar como el cielo seguía celeste, y que el sol brillaba tras la luna, era un suceso magnífico, ya que al ser las 2 de la mañana, era imposible que algo así pasara.
—Esto puede llegar a ser divertido —susurre para mí misma, sentada arriba de mi escritorio, mirando por fuera de la ventana abierta.—
—¿Hablabas sola? —sorprendio la característica voz profunda del mayor, apareciendo sentado en la cama de Moon, haciendo que la misma pegue un pequeño salto—
—Tal vez.. pero no era nada importante —aclare antes de recibir preguntas—
—Si tu dices.. —se quedó mirando mi camiseta unos segundos— ¿esa no es Minnie Mouse?
—Si.. ¿que tiene? —estire los bordes de la camiseta observándola—
—Pareces una niña de 5 años —rio burlon—
—dejame, fue lo único que encontré para dormir. —diverti por un momento, hasta que mi expresión cambio poco después—
de un momento a otro comencé a sentirme mareada, demasiado diría yo, todo me daba vueltas como si hubiera girado 1000 vueltas. Apoye las yemas de mis dedos en mi sien con una expresión confusa, balanceándome adolorida.
—¿Estas bien? —ni siquiera ví el momento en el que Bill se paró y ya estaba al lado mío, apoyando su mano en mi espalda para retenerme—
No pude responder, ya que sentí como una sustancia subía por mi garganta, dándome arcadas.
—Creo que voy a vomitar. —murmure sin mas y antes de expulsar lo que sea que fuere, me acerque al inodoro y me senté frente a este, apoyando mis antebrazos en la tabla y vomitando la sustancia pesada que sentía en mi garganta.—
Bill sin perder tiempo me sostenia el cabello, sentado de cuclillas a mi lado, mientras que con su otra mano acariciaba un poco mi brazo.
Al terminar de vomitar dejé de estar mareada al instante. Abri los ojos y comprobé lo que era, había escupido una gran cantidad de sangre, no entendía la razón, pero me preocupe al ver lo tanto que había vomitado de la sustancia rojiza.
