En dónde un chico nuevo quiere terminar la secundaria en una nueva ciudad, o al menos eso aparenta. Gracias a esto termina conociendo a 𝐌𝐨𝐨𝐧, una chica que se interesó en él y quiso ser su amiga, pero al conocerlo más, ella comienza a crear much...
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(FINAL N•1)
Pasaron dos meses, todo iba de completa maravilla, parecía un cuento de hadas, mi relación con Bill iba extremadamente bien, no nos despegabamos ni un segundo, hacíamos todo juntos, salíamos mucho y vivíamos en la casa del otro, literalmente una semana Bill se quedaba en mi casa, y viceversa.
por otro lado Tom se había quedado en la casa de Aida ya que no quería tener problemas en Transilvania con su papá, pero decían que en algún momento tendrían que volver, más que nada por sus fans.
Tom habia cambiado un poco, ya no tenía sus típicas rastas largas y gruesas, ahora llevaba trenzas negras africanas, y usaba unos talles de ropa un poco más chicos que los anteriores, pero no demasiado.
Aida y mi mamá siguieron trabajando en el hospital, eran muy unidas, se llevaban muy bien, y cada una seguía con lo suyo, mi mamá salía con Daniel, nada oficial.. solo citas, y mi suegra se hablaba con otro enfermero llamado Rick, con el cual siempre vigilaban las cámaras frigoríficas.
Y mi papá.. había mantenido poco contacto con el, pero algo es algo, de vez en cuando nos mandaba cartas a mi, ya que todavía no me daba decirle a mama la verdad sobre papá, ni de Bill.
no pregunten.. pero ahora mismo me encontraba con Tom y Bill en un Mcdonald's ya que nuestras madres estaban en el trabajo y Tom nos obligó a venir a comer.
este día me sentía algo rara, no sabía que era, pero me sentía desconectada de mi misma, sentía que algo no andaba bien.. pero intentaba dejar esas tonterías de lado para disfrutar el tiempo con Bill y Tom.
Pedimos nuestros combos y nos sentamos en una mesa del segundo piso a esperar que nos traigan el pedido.
—Para que nos trajiste a comer, Tom? —dudo Bill algo estresado, sentado a mi lado, no le gustaba estar frente a desconocidos y menos en un lugar público—
—No seas marica, se la pasan todo el día besuqueandose en el sofá de tu cuarto, no les hace mal salir un poquito.
—Soporta panzona —habló bill— no es nuestra culpa que te vaya mal en el amor.
