Sinopsis:
Una joven de gran estatus y respetada empresaria, posee ciertos "gustos ocultos", a lo cuál emprenderá un pacto tras firmar un contrato peculiar, cuya vida será tomada por cinco demonios, quiénes le cumplirán sus deseos mientras ella deber...
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El reloj marca las 20:45pm y ya las luces del exterior se puede notar a través de la gran ventana de la cocina. Mi taza de café sigue aún caliente y brindando un agradable aroma, que de cierta forma me relajaba. Aunque debido a mi cansancio emocional, no me he movido en socorrer a mi hermano, quién lucha en desahogarse con un trozo de pastel de duraznos. Su sonrisa característica se había esfumado por completo cuando escuchaba atento a mi relato. ¿Estaba nervioso? Si. ¿Preocupado? Posiblemente.
Él luchaba brindandose un poco de aire con la mano y parpadear sin quitar su rostro de asombro ante mi.
Enserio...Enserio que estas jodida...- {soltó de pronto}.
¿Ah? ¿A qué te refieres?...- {confundida}.
¡Hantengu, te eligió! ¡Urami, te estaba probando!
Michael...¿Acaso me has escuchado? ¿De que mierdas me estás hablando?...- {no me dejó terminar de hablar, ya que se puso de pie, arrastrando la silla y sentarse muy pegado a mi. Rápidamente tomó mis manos y me obligó a que lo mirase a los ojos}.
Te escuché perfectamente, pero para que me entiendas, debes escucharme. Sé que vas a enojarte conmigo, e incluso tendrás miedo o te sentirás confunda o...¡La verdad sentirás muchas cosas!...- {expresa nervioso} - Sólo escuchame y no hables.
Esta...bien...- {ahora si me encontraba más confundida que antes. Solamente me enfoqué en mirarlo a los ojos y no interrumpirlo}.
¿Recuerdas el viaje a Japón, que nos dimos cuando festejé mis 20 años?...- {nota como su hermana asiente} - bueno, hay un culto en el cuál los hermanos Hantengu manejan en privado, haciendo realidad todos los deseos a cualquier persona que realmente esté dispuesto de ofrecer algo a cambio. Sé que sonará loco lo que te diré, pero ellos son demonios...- {tragó saliva al notar como la contraria frunce el ceño sin poder creerle} - shh...no me interrumpas. Bueno, a lo que decía, ellos son demonios, reales, fuertes y...peligrosos también. Pero si los tratas bien o llegan a un buen acuerdo, te van a favorecer.
Michael...Estoy a nada de sacarte a patadas de mi casa. Sabes la mierda de situación en la que estoy pasando y me vienes con tonterías de leyendas urbanas de supuestos demonios. ¿Qué me vas a decir? Que vendrán a chuparme la sangre...
No literalmente...- {exclamó}.
¿Qué?...
Ya te dije, ellos son demonios que favorecen a aquéllos que los buscan. Pero, cada período de 10 años, uno de ellos escoge a quién será su "pareja". Le cumplen el deseo más grande y anhelado, el cuál lo ejecutan al firmar un contrato que tiene duración de un año...- {afirma serio} - Urami me eligió a mi, ese día que llegamos a Japón.
No, no Michael...- {me levanté de la silla y me llevé las tazas hacia la mesada, negando con la cabeza} - no estoy de humor con mentiras y fantasías absurdas.