Sinopsis:
Una joven de gran estatus y respetada empresaria, posee ciertos "gustos ocultos", a lo cuál emprenderá un pacto tras firmar un contrato peculiar, cuya vida será tomada por cinco demonios, quiénes le cumplirán sus deseos mientras ella deber...
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Besos, caricias, lamidas, jadeos, mordidas y un sin fin de detalles sumamente placentero recibía mi cuerpo, estando rodeada por cinco demonios, quiénes me veneraban y cumplían su rol como mis hombres. Tal y como habia deseado.El sudor en mi cuerpo era rozado con sus cálidas pieles, al dejarme atrapada, torturandome ante aquél placer desesperante, sintiendo que pronto llegaría al clímax, dónde ambos soltariamos ese último gemido al unísono habiendo concretado esa unión carnal.
No podía creer lo que veía, siendo espectadora rodeada de cadenas en mis extremidades, estando encima de todos ellos y de "MI".
Lentamente mi otro "Yo" cae inconciente, siendo sujetada por ellos quiénes voltearon a verme en donde me encontraba. Sus destacables ojos brillaban aún más y con una sonrisa iban mostrandome sus lenguas. Cada uno portaba un kanjis diferente, no podía entender que significa. Aquél clon de orbes azules, se acercó lentamente a mi, y deslizó su mano en mi mejilla.
"Despierta querida...es hora de disfrutar nuestra vida juntos"
Desperté de golpe, sobre saltada y con el corazón golpear con fuerza. El sudor en mi frente y en demás zonas delicadas, podía sentirla de forma incómoda.
Miré mis manos, luego al frente, notando que me encontraba en mi habitación. Me cubri el rostro, soltando un suspiro de calma al notar que había sido una extraña pesadilla.
<<Se sintió tan real. Sólo fue una pesadilla>>
Hmm...si quieres...te hago gemir un poco~...
Destapé mi rostro al oir esa voz a mi lado, en dónde decido voltear con pánico, encontrándome con aquél demonio de orbes verdosos.
Buenos días, mi sexy esposa~...- {sonríe para luego sacar la lengua de manera picara}.
¡AHAHAHAHA!...- {grité con todas mis fuerzas, dándole un golpe en la nariz a puño cerrado, haciendo que su cabeza impacte en la cabecera de la cama, para luego levantarme y salir corriendo de la habitación}.
Al salir de mi cuarto, me frené en seco a mitad del pasillo al notar las incontables variedad de flores que decoraban el segundo piso.
¡¿Qué sucede ahí arriba?! ¡Más te vale que no hayas hecho alguna locura, Karaku!...- {expresa subiendo las escaleras y encontrándose con la fémina, vestida con...absolutamente nada} - Inessa...
¡Sekido!...- {grité al recordarlo y derramando lágrimas por el susto que había recibido, cayendo en la realidad de que ya no estaba sola}.
Wuaa...ese si que fue un buen golpe...- {menciona el ojiverde, saliendo de la habitación y notando a la mujer desnuda frente a el} - ¡Buenas mis ganas de darte duro, mamita!
¿Ah?...- {me percaté a qué se refería al verlo}.
<<¡ESTOY DESNUDA! ¡MATENME!>>
Ahora con más ganas solté un grito ante la vergüenza pero rápidamente fui cubierta por una bata y ser rodeada con suavidad por el de orbes azules.
