IX

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Ha pasado casi una semana desde que se fue el Alfa de la manada BloodMoon. Sin explicaciones ni despedidas, el lunes cuando regrese del instituto ya no estaban.

Me sentí bastante triste el martes y el miercoles casi no presté atención en clases.

Tome los cuestionarios y me senté en el escritorio, intenté también contarle a mi tío mi sueño, pero últimamente me estaba evitando y no quería contarle a Lydia, no se, siento que mi tío me dará la respuesta.

De cierta forma estaba triste a pesar de que mi cumpleaños era el miércoles, estaba muy cerca de los 18.

Lo que significa que si mi lado animal no despierta, nunca lo hará. Y mi tío había hablado hace mucho tiempo con una bruja o hechicera para hacerme un conjuro para hacer que mi lado humano predominara en mi, para así vivir plenamente en el mundo exterior con los demás humanos.

Es viernes, son las 6:00pm de la tarde, el cielo tiene tonos naranjas y me siento nostálgico.

— Me provoca un té helado.

Me levanté con mis pantuflas azules de dragón y salí de mi habitación, desde que llegué del instituto le he estado dando un millón de vueltas a los estudios.

Baje las escaleras principales y entre en la cocina donde estaba Lydia tomando café mientras veía algo en la tele.

— ¿No deberías estar estudiando? — preguntó alzando una ceja.

— Siiiiiii, pero.. — suspiré pesado y cansado mientras me sentaba en la silla frente a la isla y ponía mi cabeza sobre esta — Me siento triste..

Dejo la taza en el mesón, — ¿Por que mi corazón? ¿Te sientes mal? —y camino hasta mi para tocarme la frente. — ¿Te duele algo?

Negué aún con la cabeza apoyada. — Me siento sin ganas, nostálgico.

— Pero debes estar emocionado en unos días va a ser tu cumpleaños y tu graduación en dos semanas cariño. — hice un movimiento con mis hombros restándole importancia, no me animaba eso. — también escuché a tu tío hablando con tus abuelos, unas largas vacaciones en Venecia no vendrían mal, ¿o si?

Rápidamente me reincorpore y abrí mis ojos a más no poder. Tengo muchísimo tiempo sin ver a mis abuelos, asentí sonriendo, eso me ponía muy feliz.

— ¿De verás? — ella sonrió mientras regresaba a su lugar con su taza de café. — Tengo que salir muy bien en los exámenes, ¿Podrías hacerme un te helado y llevarmelo a mi recámara?

Acepto y como si tuviera pilas nuevas, dando saltos de felicidad salí de la cocina y subí las escaleras.

Yo amaba a mis abuelos, y ellos a mi, eran los padres de mi mamá y cuando murió, quedaron destrozados, ni siquiera le dejaron ver su cuerpo. Casi una vez al año nos vemos por un corto periodo de tiempo, ellos por ser humanos no se les permite pisar ningún centímetro de la manada entonces tengo que ser yo el que viaje.

Hace tiempo converse con mi tio muchísimo respecto a lo de mi lobo interior y lo que pasaba si no se manifestaba, y como solucionarlo. Lo mejor era hacer el hechizo e irme a vivir a Italia con ellos.

Y en tal caso de que mi tío me extrañe, puedo venir a visitarles, de Italia a Andorra no es mucho.

Me senté en mi escritorio y cogí mi portátil y mi boli azul para empezar a hacer los apuntes, tenía que estudiar todo si quería sacar 100% en el último parcial.

Horas después

— Sky, Skyler.. Sky, — levanté mi cabeza del escritorio y limpie la baba que escurría de mi boca, me había quedado dormido, ni sabía que hora era, solo que era muy tarde.

Un Omega Para El Alfa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora