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El eco de la ruptura de Hanni y Soobin resonaba en los pasillos del instituto, creando una atmósfera cargada de tensión. Sin embargo, Soobin no parecía dispuesto a aceptar el final de la relación. Persistía en acosar a Hanni, como un eco desesperado de lo que alguna vez tuvieron.

En una de esas ocasiones, mientras Hanni intentaba alejarse de las súplicas insistentes de Soobin, Minji hizo su entrada triunfal. Con una determinación palpable, se colocó frente a Soobin, deteniéndolo en seco. Su voz resonó, clara y fuerte, cortando el flujo incesante de palabras del chico.

— Ya le dijimos un millón de veces que no. Deja de acosar a Hanni, o realmente tendrás problemas.

El rostro de Minji, bañado por una mezcla de autoridad y desafío, marcaba una transformación que no pasó desapercibida. Era como si una nueva faceta de la castaña se hubiera revelado, una que no temía enfrentarse a quien fuera necesario para proteger a Hanni.

Después de aquel enfrentamiento, algo cambió en Minji. La energía desafiante que había mostrado aquel día se reflejó en su estilo de vestir. Adoptó una suerte de "Bad Girl" que le sentaba sorprendentemente bien. Cada prenda parecía emular la seguridad y la audacia que había demostrado al plantarse frente a Soobin.

En una de esas ocasiones, Minji y Hanni se encontraban juntas cuando Soobin volvió a la carga. A pesar de los intentos previos de Minji por frenarlo, el chico insistía en acosarlas. Esta vez, Minji no estaba dispuesta a dejar que Hanni sufriera más humillaciones.

Tomando a Hanni de la muñeca, Minji la alejó de Soobin, quien las seguía como un insistente murmullo desagradable. Minji, sintiendo la necesidad de poner fin a aquella situación, se volvió hacia Soobin con una mirada desafiante.

— Ya te lo dije, deja en paz a MI novia

Soobin, obstinado y herido en su orgullo, continuó con sus comentarios hirientes. La tensión entre ellos llegó a su punto álgido cuando comenzó a cuestionar la autenticidad de la relación entre Minji y Hanni. Insinuó que Hanni no podía ser lesbiana.

La atmósfera se volvió más densa, y Hanni sintió la mirada de Minji sobre ella. En un acto impulsivo y lleno de emoción, Hanni se colocó al frente y sorprendió a todos, incluida Minji, al sellar sus labios en un beso apasionado y hambriento. Fue como si Hanni quisiera demostrarle al mundo, y a sí misma, la verdad de sus sentimientos.

Minji, inicialmente sorprendida, rápidamente respondió al beso con igual intensidad. Rodeó la fina cintura de Hanni con sus brazos, sumergiéndose en aquel momento de conexión única. El beso se prolongó, como una declaración audaz que desafiaba las expectativas y los prejuicios.

El público que observaba la escena reaccionó de manera inesperada. Vítores y aplausos surgieron de entre la multitud, como si estuvieran celebrando la valentía de Hanni y Minji al desafiar las normas establecidas. La pareja, finalmente liberada del acoso de Soobin, se encontró envuelta en un halo de apoyo.

Después de aquel sorpresivo beso en medio de la escuela, Hanni se quedó en un estado de asombro. Los pasillos, habitualmente llenos de bullicio, se volvieron un telón de fondo borroso mientras las emociones se agolpaban en su mente. Minji, por otro lado, mantenía una mirada atenta, consciente de que aquel gesto había cambiado la dinámica entre ellas.

Decidieron alejarse del tumulto escolar y buscar un rincón más tranquilo para procesar lo que acababa de suceder. Encontraron un espacio apartado en la biblioteca, donde el murmullo de las conversaciones y el suave tintineo de las páginas al pasar se fusionaban en un eco lejano.

—Hanni, ¿estás bien? —Minji rompió el silencio, su voz resonando con preocupación genuina.

Hanni, aún tratando de comprender lo ocurrido, asintió con lentitud. Se sentaron en un rincón apartado, rodeadas de estanterías llenas de historias silentes, mientras intentaban desentrañar las complejidades de sus sentimientos.

—Sí, estoy... sorprendida, supongo. —Hanni esbozó una sonrisa débil, sus ojos reflejando una mezcla de incredulidad y curiosidad—. ¿Eso acaba de suceder?

Minji asintió, con una expresión que combinaba seriedad y vulnerabilidad. Se acercó a Hanni, buscando su mano como un gesto de conexión.

—Sí, Hanni. Fue impulsivo, pero quiero que sepas que no quiero presionarte. Si esto te resulta confuso o incómodo, podemos hablar al respecto.

Las palabras de Minji eran como un bálsamo reconfortante para Hanni. Mientras tomaban asiento, la mano de Minji sobre la suya se convirtió en un ancla de apoyo emocional.

—No sé qué pensar, Minji. Pero... quiero descubrirlo contigo. —Hanni admitió, su tono reflejando una sinceridad que resonaba en la tranquila atmósfera de la biblioteca—. Nunca había sentido algo así antes.

Minji sonrió, una sonrisa cálida que irradiaba comprensión y afecto. Acarició suavemente la mejilla de Hanni, como si quisiera disipar cualquier duda con ese gesto delicado.

—Yo tampoco, Hanni. Esto es nuevo para ambas, pero estoy dispuesta a explorarlo junto a ti y mostrarte que realmente puedo ser mejor que el idiota de Soobin.

Una suave risa por parte de la más baja se hizo presente, robándole un suspiro a la más alta.

—Pham Hanni ¿Me darás el honor de ser tu novia?

Hanni no titubeó ni un segundo para responder de forma afirmativa a la propuesta de Kim, la cual no evito emocionarse abrazando con fuerza a la chica frente a ella, abrazar a la chica que tanto ama.

Con el correr de las horas, Hanni se sentía cada vez más segura en ese territorio desconocido de emociones. Minji se convirtió en su confidente, su cómplice en esta nueva etapa de sus vidas. Entre libros y risas, la distancia que las separaba parecía desvanecerse, y un lazo más fuerte se tejía con cada palabra compartida.

Cuando la campana anunció el final del recreo, Hanni y Minji salieron de la biblioteca con una conexión fortalecida. Aunque el entorno escolar seguía siendo el mismo, algo había cambiado entre ellas. Miraron el día con nuevos ojos, conscientes de que ese inesperado encuentro había marcado el inicio de un capítulo diferente en sus vidas.

𝐁𝐨𝐲𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝  || BbangzasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora