capgras | jirosé (#2)

7. el beso

La madre de Jimin era conocida por ser la vecina más amable y atenta que alguien pudiera conocer. Amaba regar sus plantas por las mañanas y leer libros por la noche. Esa paz que la inundaba siempre fue transmitida a Jimin, quien la tomó como ejemplo a seguir de inmediato.

Rosé la queria como si fuera su tía de sangre. Así que ese día, cuando fue recibida con los brazos abiertos por ella se sintió en paz por primera vez en esas semanas infernales en su cabeza.

--¿Como has estado? ¿Qué tienes para contar?

Preguntó Yiwoo, atenta a su estado. Lo primero que notó fue sus uñas, tan carcomidas que la piel sobresalía estrepitosamente. Sus labios resecos y unas ojeras prominentes bajo sus ojos, notó también que sus brazos tenían marcas de rasguños, probablemente de ella misma sin saberlo.

Rose aun así sonrió como si no hubiera un mañana.

--Muy bien. Todo está bien señora.

Jimin se sentía cada vez más angustiado por ella.

Cuando fueron a la habitación luego de estar un rato hablando trivialidades, rose se recostó en la cama de Jimin sin preguntar. Acto seguido sacó de su bolsillo una tableta de pastillas.

--¿Quieres? Son para ayudarte a dormir.

--¿Estas tomando eso?

--En realidad no porque no he intentado dormir en casa. Me da miedo con mamá rondando.

--¿Crees que es buen momento para hacerlo?

--Sí, porque pase lo que pase me protegerás ¿cierto?

Jimin sintió enrojecer sus mejillas. Pero aún así asintió.

Rose tomó una pastilla y la ingirió luego de tomar un vaso cargado de agua. Se recostó de lado mirando como Jimin se preparaba la cama en el suelo.

--Oye... ¿Puedes dormir a mi lado sólo por está noche?

Jimin se sintió sorprendido por esa petición. Luego de unos instantes de pensarlo, asintió dudoso.

Lentamente se recostó a su lado, incómodo al darse cuenta de que estaban muy pegados. A Rosé no pareció importarle.

--Jimin...--Rosé de pronto se acercó un poquito mas-- gracias por todo.

Rose entonces acercó su rostro al de Jimin, dándole un beso profundo.