Proceso de adopción

capitulo 2

Kimi pudo respirar más tranquilo ya estando fuera de la habitación, respondiendo la llamada de su teléfono solucionando un problema con uno de sus mecánicos, vio como seb salía también de la habitación regalándole una de esas sonrisas que tanto lo enamoraban.

Lo siguió hasta la cocina donde pudo notar como su Omega daba pequeños saltos de emoción, su aroma era más dulce y fuerte que días anteriores. Con sigilo camino hacia seb rodeando las caderas de este en un abrazo, ocultando su rostro en el cuello del Omega, hundiendo su nariz en la glándula de olor, inhalando con gusto el rico aroma.

Lo hacía tan feliz ver a su Omega así, él mejor que nadie vio como seb se desmoronaba cada noche entre lágrimas, reprochándose si había algo mal con él. Noches en las que Kimi no dudo en desvelarse con tal estar seguro de hacer sentir a seb suficiente, con tal de hacerle entender que era perfecto a su manera.

Dejo un rastro de besos en el cuello de seb, desde la glándula de olor hasta llegar a sus mejillas, haciendo reír al Omega por tal acto.

Estaba nervioso, emocionado y con miedo, miedo de no poder ser un buen padre para Max. Se separó de seb sintiendo unas leves ganas de vomitar ante los pensamientos intrusivos que su mente empezaba a mostrarle.

La mano de seb lo hizo abandonar aquellas ideas sonriendo al ver los ojos preocupados de su pareja.

Al estar en total silencio, pudieron escuchar los pasos de Max en el segundo piso, no demorando nada en poder apreciar al cachorro sosteniendo el peluche de oso cruzando la puerta de la cocina, sus pequeños ojos miraban a la pareja con un poco de miedo.

Aquello preocupo a ambos hombres, siendo seb quien se acercó, pues Kimi decidió mantenerse en su lugar luego de ver cómo Max retrocedía por su presencia. Seb se agachó para poder estar a la altura del menor preguntándole en voz baja si estaba bien.

Max respondió de la misma manera y luego de unos minutos de la charla entre susurros, seb tomo al menor entre sus brazos, cargándolo a la barra de la cocina con una sonrisa y una aura más relajada se mostraba al rededor del cachorro.

Kimi sintió como su corazón se detenía de la ternura, si llegaba a tener un infarto sería de la ternura, seb, su Omega, cargando a Max mientras esté se nota tan lleno de paz, lo hacía querer tomar mil fotos, después de todo estaba empezando a tener lo que siempre quiso, Una familia.

Ahora solo debía ganar la confianza de Max, hacer que olvide todo lo malo que tuvo que pasar y darle un lugar seguro. Sonaba tan fácilmente difícil.

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El Omega de seb se encontraba más que feliz, sentía como Max se acurrucaba en su pecho hasta sentarlo en la barra de la cocina, donde únicamente quiso alejarse para que él pudiera darle las galletas que le prometió.

Sin más, busco la bolsa de galletas con chispas de chocolate, dándole una bastante grande al cachorro, apreciando como sus ojos se llenaban de alegría, mordiendo la y llenando sus cachetes de migajas de galletas.

Quiso correr a buscar una cámara al ver lo tierno que su niño se veía, deteniéndose al escuchar el clip unos pasos atrás, sonriendo al saber que su esposo ya se había encargado de aquello.

Con un poco de temor acarició el cabello de Max, sintiendo como se tensaba, relajándose poco a poco al notar que solo era una caricia. El corazón de seb se rompió al notar la primera reacción del menor.

Cueste lo que cueste él haría que Max pudiera olvidar los traumas del pasado.

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