capitulo 6

4.9K 610 196
                                    

Max odiaba las duchas frías.

Las duchas frías eran feas.

Las duchas frías lo hacía recordar a su antiguo hogar.

Las duchas frías hacía recordar a Max lo que su madre hacía para encubrir a su padre.

Por una pequeña falla el calentador no está en funcionamiento, Vettel trato de arreglarlo, no funcionó, Kimi no se encontraba en su hogar y no habían podido contactar aún a alguien para qué lo arreglará ese mismo día.

Seb había salido a buscar un jabón nuevo, mientras Max se disputaba a entrar en la bañera, él era un niño grande y se podía bañar solito, pero le gustaba como seb le restregaba el cabello y lo dejaba meter dos de sus juguetes junto con él, además de ni siquiera poder entrar a la ducha por sí solo.

Volteo a mirar a su peluche que se encontraba recostado cerca de la pierna y finalmente quiso entrar a la bañera, hasta que noto que no lo lograría por sí solo.

Tal vez su destino no era bañarse con agua fría.

Estaba listo para retroceder, tomando fuertemente la toalla y salir de ahí con su peluche.

—¿Estás listo para el baño maxie? —la voz de seb arruinó sus planes.

Seb lo tomo entre sus brazos, desasiéndose de la toalla y metiéndome al agua, un chillido salió cuando sintió el líquido contra su cuerpo.

Quiso llorar ante el contacto frío.

—Max, ¿Pasa algo?

El niño negó, pensando que si decía algo seb ya no lo querría por quejón, eso siempre le daba de escusa su madre cada que Jos lo ignoraba y se enojaba con él.

—puedes decirme si te incomoda algo, Max. No me enojaré.

—No me gusta el agua fría.

—oh, ¿Eso es lo único que te molesta? —Max asienta cabizbajo —ok, hablaré con Kimi, apenas llegué para que arregle el calentador, ¿Te parece bien?

Max sonríe al escuchar la respuesta y sentir el pequeño beso que seb deja en su cabeza.

Poco a poco su cuerpo se acostumbró al agua que a su parecer ya no era tan fría, las feromonas de seb lo tranquilizaban y la espuma en la bañera con la que podía jugar era relajante.

Luego de unos minutos el baño termino, seb lo envolvió en la toalla como un tamal y lo saco del baño para dejarlo sobre la cama y así empezar la labor de búscale una muda de ropa decente.

Era sábado en la mañana y eso significa que la trabajadora social en cualquier momento llegaría.

_____________________________

Kimi había llegado justo a tiempo, seb lo dejo con Max.

La puerta sonó y Kimi pensó seriamente en sí, si levantarse a abrirla, muy en contra de lo que quería lo hizo, se levantó y abrió la puerta.

Al abrirla, en vez de notar a algún trabajado social, tuvo que bajar la mirada, encontrándose con unos grandes ojos marrones y una cabellera rizada.

—Hola —su voz salió entrecortada al ver la presencia dominante del Finlandés —¿Está Max?

La cabeza del rubio menor se asomó desde el sofá de la sala, el cual sonrió y bajo del sillón para correr hacia Daniel.

Indeciso, Daniel abrazó a Max, sin quitar su mirada llena de terror del padre de su amigo.

—¿Podemos jugar? 

Daniel preguntó y Max subió su mirada hacia Kimi, el cual solo suspiró y asintió rendido ante los ojos de súplica de su cachorro.

Proceso de adopción Donde viven las historias. Descúbrelo ahora