Proceso de adopción

capitulo 9

Max casi corre hasta la casa de Daniel, no lo hace, pues, es consiente del suelo mojado que puede hacerlo resbalar, es temprano, pero no tan temprano para que la familia de Daniel siga en la cama.

Cuando está frente a la vivienda se apresura a la puerta y la toca con toda la fuerza que su pequeño puño puede, Kimi que fue casi arrastrado por Max, lo espera en la acera.

No pasa mucho tiempo para que la puerta se habrá y la madre de Daniel se muestre, son una gran sonrisa que disminuyó al ver a Kimi, disimulando al tener que bajar la vista por Max.

—Hola Max.

—Hola señora mamá de Daniel, ¿Puedo jugar con Daniel? —Max juega con sus manos nervioso, tal vez había sido mala idea decirle a su papá Kimi que él solito quería ir a buscar a su amigo.

—Lo siento Max, Daniel se encuentra enfermo, por eso no ha podido ir a jugar contigo.

—¿No lo puedo pasar a ver? —levanta su mirada esperanzada de verlo, había pasado mucho desde que no lo ve - tan solo unos días, Pero para Max era mucho-

—No Max, si pasas puede que te enfermes, cuando el este mejor pueden venir ¿Sí? 

—ok 

Con eso, Max voltea para caminar hacia Kimi que lo espera con los brazos abiertos, disimulando su carita de tristeza deja que Kimi lo cargue. Esconde su rostro en el pecho del alfa, mientras se aferra.

—¿Qué pasa abejita?

—Daniel está enfermo —responde sin ánimos —¿Ahora con quién voy a jugar?  —su vista sube para conectarse con la de Kimi.

—seguro que puedes hacer otros amigos para jugar o...

—¡No! Yo quiero a Daniel, los otros niños me dan miedo.

—Max...

Max no responde, ocultando nuevamente su rostro en el pecho de Kimi.

Sumergidos en su propia atmósfera, no notaron las cámaras que lo seguían.

Apenas llegaron a casa, Max se recuesta  en el sofá esperando a que Kimi lo encendiera.

Los gatos al verlo llegar corrieron a él, trepando al mueble para subir sobre Max, el pequeño no se inmutó.

Seb que veía con preocupación a su cachorro, era tranquilizado por Kimi. No sabía que debía de hacer para que Max ya no estuviera triste y eso lo está molestando.

Max, desanimado decide salir al patio trasero sin que seb o Kimi lo noten, abre con dificultad la puerta y busca con la mirada al señor bigotes. Lo puede ver tomando el sol en la silla colgante, camina despacio para no asustar al felino, Pero cuando esta punto de tomarlo el llamado de un niño lo detiene.

Mira a todos lados, Pero no ve a nadie.

—¡Ey! No toques a mi gato.

Max sin entender alguna palabra, sigue buscando la fuente del sonido, hasta que el gato corre hacia la casa del vecino y Max puede ver a un niño mirándolo desde la alta cerca. Es un niño lindo, cabello negro cae sobre su frente casi llegando a sus ojos, mejillas regordetas y dientes un poco separados.

Sus ojos marrones ven fijamente a Max, lo cual lo pone nervioso. No está Kimi ni seb y mucho menos Daniel para que hablen por él.

El gato salta, pasando la cerca, pero el niño no se va y mucho menos deja de mirar a Max.

—¿Eres el hijo de mis vecinos?

Max ladea la cabeza al no entender nada, el niño al no obtener respuesta frunce el entrecejo.