capitulo 3

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El desayuno fue silencioso como todas las mañanas, Max no solía hablar mucho durante la hora de comida.

Si Kimi y seb habían notado algo, era que Max no probaba su comida hasta que Kimi lo hiciera primero y aunque el alfa quiso darle entender a Max que no era necesario que hiciera eso, el pequeño solo lo tomo como un regaño. Max siempre buscaba a seb, para pedir cualquier cosa, tratando de nunca hablar con Kimi.

También habían empezado a notar que dónde fuera Max estaría su peluche de oso, incluso antes de darse cualquier baño se aseguraba de que el peluche estuviera cerca de él, más a cierta distancia, dónde no sé mojarra, le tenía miedo a la oscuridad y a los ruidos fuertes, le gustaban los gatos.

Ese tema lo habían descubierto cuando Max salió al jardín junto a seb y en un momento de descuido Max apareció con el gato del vecino entre sus manos y fue la primera vez que Max se negó a entregar algo, incluso se escondió cuando Kimi se lo trato de quitar.

También aprendieron que Max le gustaba ver las carreras, tal vez en un futuro lo llevarían al karting si el pequeño estaba de acuerdo.

Max avanzaba lentamente con ellos, hablaba un poco más, pero únicamente con seb y se mostraba un poco más energético y eso estaba bien, pero había un problema, Max aún no era capaz de acercarse a Kimi sin dejar de mostrar cierto miedo y desconfianza.

Así que seb no vio mejor oportunidad para que Max dejara su miedo y se acercará más a Kimi, ahora que debía pedir la baja por maternidad, Kimi debía cuidarlo y debían quedarse los dos solos.

—¿Seguro que no puedo ir yo y tú te quedas con Max? —pregunto nervioso Kimi

—no, debo ir yo, además velo como una oportunidad para acercarte a él

—pero

—Pero nada Kimi —seb beso la frente de su esposo —iré a despedirme de Max, no será complicado cuidarlo, deja el miedo.

Seb subió al segundo piso, sonriendo al ver a Max corre a su habitación luego de ser “casi” descubierto espiándolos desde las escaleras, seb se acercó a la habitación tocando la puerta y escuchando un “pase” por parte del menor

—Max, cachorro —seb se acercó sonriendo al ver a Max estar rodeado de sus carritos y su peluche

—¿Sí? —se acercó con duda, aunque ya sabía que venía

—hoy tendré que salir, así que te quedarás solo con Kimi

—¿No puedo ir contigo?

—no pequeño, Kimi no te hará daño, él te cuidará bien mientras yo no estoy

Max hace una mucha inconforme para luego solo asentir

—¿tardaras mucho?

—trataré de volver lo Max rápido que pueda.

—¿No me dejarás?

—claro que no cielo, volveré apenas pueda ¿Ok?

—ok

Con aquello seb de la misma manera beso la frente de Max para luego salir de la habitación, sintiendo como al salir de la habitación Max se asomaba por la puerta. Cuando seb abandono su hogar, todo se mantuvo en silencio, a excepción de la cocina donde Kimi se trataba concentrar para hacer algo presentable como almuerzo.

Max, por otra parte, solo se quedó encerrado en la habitación, jugando con los juguetes y debes en cuando mirando por la ventana de su habitación, mirando él pateó trasero dónde el gato de su vecino se había colado nuevamente.

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El almuerzo al igual que a la hora del desayuno fue silencioso, Max trataba como casi todos los días que los cubiertos no hicieran ruido al chocar con el plato.

Eso molestaba a Kimi, molestó al solo pensar que había tenido que pasar Max con su antigua familia para que con tan solo cinco años se preocupara por algo tan mínimo.

—Max —su voz se escuchó más gruesa de lo que quiso

—s-sí? —pregunto, subiendo su mirada llena de nervios hacia Kimi, sabía que él no era su padre, pero aun así no confiaba del todo en él, no aún.

—Que te parece si salimos al pateo un rato y así juegas con el señor bigotes —sonrió al ver los ojos ilusionados de Max —pero, promete no volver a secuestrar al gato.

—¡Está bien! —su sonrisa creció al ver las mejillas rojizas de Max llenas de salsa provenientes de la comida.

A vista de Kimi, Max comió con más ánimo luego de darle su idea. Tal y como lo prometió ambos salieron al patio trasero, Max al ver al “señor bigotes” corrió a él con su peluche en mano, dejándolo aún lado y tomando al gato sonriendo al sentir el esponjoso pelaje entre sus deditos.

Kimi sonrió al ver la felicidad del cachorro, el cual ahora sufría para tomar el peluche del suelo sin dejar de sostener al gato.

Se acercó tomando el peluche siendo observado por Max, el pequeño extendió su mano hacia Kimi con nervios, esperando que le devolviera el peluche.

Kimi vio por unos momentos el peluche para luego entregárselo a Max, el cual sonrió y se alejó del alfa hasta llegar a la mecedora, montando al gato y a su oso de peluche.

Kimi lo observó esperando que Max le pidiera ayuda, pero erróneo a lo que esperaba Max trato de subir por sí solo haciendo que la mecedora se volteara.

El gato saltó alejándose del lugar cuando el cuerpo pequeño de Max choco contra el suelo junto al peluche. Kimi corrió al verlo, levantado con cuidado a Max que trataba de no llorar.

Sin decir nada, Kimi carga a Max que se aferra a la camisa del alfa entre sollozos.

—Max cachorro, lo siento —dice Kimi lleno de preocupación, sentando a Max en la isla de la cocina y empezando a revisarlo. —si quieres llorar, hazlo corazón, no tienes que aguantar las lágrimas.

Y con esas palabras Max se aferra Kimi empezando a llorar con fuerza mientras era consolado por el alfa.

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Horas después seb al fin lleva, mirando hacia la sala de estar donde su marido y cachorro se encontraban durmiendo en el sofá, Max aún aferrado a la camisa de Kimi el cual mantenía su mano  la cabeza del rubio pequeño.

Seb con cuidado tomo una foto, sonriendo por la linda escena, luego de eso, camino a la cocina donde por la puerta que dirigía al patio noto el peluche de su cachorro tirado en el pateó.

¿Qué había pasado mientras no estaba?



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Hola,
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Chao.

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