3. Conociendo a Alex Walter

2.6K 189 22
                                    

—Oh joder, lo siento mucho — Era una voz dulce, pero esa voz todavía no la había escuchado.

Levanté la cabeza y vi a un chico pecoso con el pelo castaño al igual que sus ojos y que más o menos tenía mi altura.

—Tranquilo, no te preocupes — Respondí lo más educada que pude, ya que tampoco podía culparlo de haberme tropezado con él. Tampoco es que quisiese.

El chico, quien supuse que era el tal Alex se agachó sin decir nada y empezó a recoger las cosas que se habían caído en nuestro pequeño accidente. Mi intención era recogerlos yo, o al menos ayudar, pero lo recogió tan rápido que en unos segundos ya estaba metiendo todo en mi bolsa de aseo.

Alex se levantó y no dijo nada. Fue un momento un poco extraño porque de repente ninguno decía nada, y no sé porque no podía decir nada. Estábamos los dos uno enfrente de lo otro, mirándonos a los ojos.

Desobedeciendo a mi mente tuve que obligarme a soltar unas palabras.

—Tu debes ser Alex — Dije bajito, para no despertar a los demás — Tu familia te estaba buscando.

—Ya bueno, les he dicho muchas veces que mejor no se preocupen tanto si llego tarde —Murmuró con toda decisión.

Vaya, un hombre, o chico, con muchas palabras. Normalmente siempre contestan con frases cortas o cosas así.

—Tú debes ser Hayley — Dijo esta vez con la voz más bajita para que no lo escuchen — Te llamas igual que la novia de mi hermano.

No sé porque pero de repente me encontraba sonriendo y quería hacer un chiste, una broma, lo que fuese.

—¿Cuál de todos?

Como esperaba, Alex se río de la broma. Y me explicó que se refería a Will.

—Bueno, buenas noches Hayley — Después de darme las buenas noches lo vi meterse en la misma habitación a la que había visto entrar a Nathan, compartirían habitación. Con tantos hermanos supongo que la mayoría tendría que hacerlo.

Ha sido... interesante.

Yo hice lo mismo, me fui a mi habitación y me fui a dormir.

Al despertar agradecí mucho que fuese domingo y así no tener clase hoy y poder adaptarme un poco más al estilo de vida de Colorado y el rancho.

Cuando salí toda la casa estaba tranquila y sin ruidos, algo que no me esperaba para nada.

Cuando bajé tampoco escuché ni vi a nadie, así que decidí aprovechar las ganas de productividad matutinas. Fui a por mi ropa de deporte y me dispuse a ir a correr.

No me esperaba encontrar a Nathan con ropa parecida a la mía en el porche.

—¿Corres? — Me preguntó.

—Si, no hace mucho aprendí que sirve mucho para evadirse — Noté que mientras lo decía bajaba el tono de mi voz, al igual que mi cabeza sin querer.

Nate no dijo nada y me propuso de correr juntos, a lo que acepté muy rápido.

Cuando llevábamos casi media hora corriendo sin parar por el prado tuve el impulso de hablar sobre una persona en especial.

—Por cierto, ayer conocí a Alex — Dije mientras seguia aguantando el ritmo de Nathan.

—Oh, ¿Y que tal? — Parecía preocupado al preguntar eso — ¿Todo bien?

—Si si claro, parecía majo, bueno creo que todos vosotros sois majos y geniales — No quería solo hablar de Alex y parecer una rarita y por eso decidí hablar sobre lo que me parecían ellos — Pero, ¿Qué pasa con Alex?

𝐌𝐫. 𝐏𝐞𝐫𝐟𝐞𝐜𝐭𝐥𝐲 𝐅𝐢𝐧𝐞 || 𝐀𝐥𝐞𝐱 𝐖𝐚𝐥𝐭𝐞𝐫 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora