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─ Rusher: No ha salido de la habitación? ─ Todos negaron, estaban abajo, hablando de su amiga que desde ayer por la noche no habia salido de su cuarto. Casi ninguno pudo dormir bien, escuchar como lloraba los destrozaba, la forma en la que se preguntaba si había hecho algo mal, los rompía.
Por otro lado, Mauro se sentía vacío, estaba decepcionado de si mismo, sabía que después de esto no habría otra oportunidad, la había jodido hasta el fondo.
─ Nicki: No quiere salir... Tendremos que esperar a ver si más tarde sale almenos a comer.
Las horas pasaban y Emilia no salía de ese espacio de cuatro paredes, sus amigos se preocupaban cada vez más.
─ Tiago: ¿No ha comido nada?
─ Mari: No quiere salir. Ni siquiera se le escucha llorar ya. Chicos tiene que comer algo, de verdad que no puede seguir así.
─ Lit: Dejémosle la comida en la puerta, capaz la coja.
Pasó un día y la comida que le habían dejado sus amigos seguía intacta, al otro lado de la puerta se encontraba una chica acostada en su cama, con los ojos abiertos. No se sentía capaz de llorar más, había gastado tantas lágrimas en las últimas horas que ya no le quedaban. Se echaba la culpa de todo lo sucedido, no quería volver a recaer a ese sitio de donde tanto le costó salir, pero le parecía imposible no hacerlo.
─ Tiago: Dale Emi, tenés que comer, abrime. ─ No obtuvo respuesta, cerró los ojos fuertemente lamentándose, su mejor amiga estaba ahí dentro y no podia hacer nada.
─ Emi: No tengo hambre, Tiago. Déjame. ─ Al escucharla con esa voz tan rota, se sintió peor aún. Se quedó unos segundos más en la puerta hasta que se fue abajo con los demás.
En la parte de abajo, sus amigos hablaban del tema.
─ Duki: ¿No va a venir Lola hoy? ─ Todos le miraron mal.
─ Mari: Sos imbecil?
─ Rusher: Ni se te ocurra invitarla.
─ Lit: Los fans no paran de preguntar por ella, que hacemos?
─ Nicki: Nada. No podemos hacer nada. No quiere salir de su cuarto. No la había visto así desde... ─ Se quedó callada, todos bajaron la mirada y Mauro, se tapó la cara.
