Una rutina para dos

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Sin darse cuenta, Akutagawa había empezado a frecuentar a Atsushi en cada receso para dormir un poco. El albino tenía una increíble habilidad para darle la paz que necesitaba para poder conciliar el sueño, así sea por unos minutos.

Atsushi nuncabse quejaban de eso, de hecho le parecía adorable, aunque claramente no me iba a comentar eso al azabache.

En un parpadeo ya habían pasado dos meses, en los cuales de lunes a viernes, dos veces al día, Akutagawa y Atsushi se escapaban de sus compañeros de clase - quienes parecían muy pendientes de sus acciones - y se situaban en uno de los jardines internos de la escuela.

Habían encontrado un pequeño pasadizo a una zona aislada de la escuela, parecía ser un antiguo edificio estilo bodega y estaba conectado con uno de los jardines más lejanos del edificio principal.

Encontraron por casualidad el lugar, un día en el que Higuchi no había dejado en paz a Akutagawa con que quería almorzar con él. Ryuunosuke recordó que en algún momento Chuuya le había comentado que Dazai había encontrado una bodega abandonada que era bastante tenebrosas y que había intentando llevarlo ahí, aunque el pelirrojo se negó a ir.

Gracias a ese recuerdo, finalmente se lograron escapar de la rubia y alejarse de las miradas curiosas de sus compañeros.

Atsushi en un principio odio el lugar, era demasiado lujubre, pero con el tiempo se acostumbró y hasta le encontró un cierto encanto.

El silencio del lugar y la privacidad que les ofrecía les permitía relajarse sin preocuparse por las miradas indiscretas.

Un día, mientras Akutagawa y Atsushi descansaban en ese rincón especial, el azabache rompió el silencio.

– Nakajima ¿alguna vez te he contado por qué no puedo dormir bien? – Akutagawa no lo miro.

Atsushi negó con la cabeza, curioso por conocer más sobre su misterioso compañero.

– Mi pasado está lleno de pesadillas, recuerdos que atormentan mis noches. Es difícil conciliar el sueño cuando todo lo que ves al cerrar los ojos son sombras del pasado. – Soltó un pequeño suspiro mientras veía sus manos con interés.

Atsushi simplemente asintió, no queria interrumpir o decir algo inapropiado.

– Pero cuando tarareas esa canción de cuna, cuando estoy contigo me siento inexplicablemente tranquilo... Sonara tonto, pero me siento a salvó. –

– No es tonto, si te puedo ayudar aunque sea un poco, lo haré. – Le sonrió tomando su mano con dulzura. – Eres diferente a lo que se rumorea de ti.

Akutagawa no alejo su mano, solo dejo que el albino jugará con ella.

– ¿Qué te dicen? ¿Que soy un monstruo sin corazón? – Preguntó con cierta burla.

– Y que probablemente me usas como una especie de esclavo. –

Ryuunosuke solo soltó una carcajada, sabía que tenía mala reputación pero había pasado de "el chico raro" a "Akutagawa Ryuunosuke: matón"

Le hacía gracia.

– Pero no tienen ni idea. –

– ¿Crees que están equivocados? – Akutagawa alzó una ceja.

– Si... No eres ni un matón, ni un monstruo sin corazón... Eres muy dulce y atento, aunque seas callado sabes escuchar, amas a tu hermana con tu vida y respetas a Chuuya-san y Dazai-san de forma adorable. – Atsushi lo miro mostrándole una dulce sonrisa.

Ryuunosuke solo pudo aclarar su garganta un poco nervioso e intentar disimular su sonrojo.

– No exageres. – Le dijo serio.

– No lo hago, en serio me gustaría llegar a ser tu amigo. – Atsushi afianzó sus manos entrelazadas.

– Tonto, ya somos amigos. – Comentó con burla. 

[🍁]

Con el tiempo, la amistad entre Atsushi y Akutagawa creció sólida como una roca. Los recesos compartidos en el rincón especial se volvieron un ritual que ambos esperaban con ansias.

Ryuunosuke, de manera juguetona, empezó a llamar a Atsushi "Jinko" en referencia a su gusto por los tigres blancos, y esa simple palabra se convirtió en un apodo cariñoso que fortaleció aún más su conexión.

Un día, durante uno de esos momentos en el rincón, Ryuunosuke curioso, decidió explorar temas más profundos. Sentados en el suelo, mirando los árboles mexerse con el viento y a las pequeñas revolotear entre ellos finalmente hablo.

– ¿Alguna vez te has preguntado por qué las personas se besan, Jinko? – Le cuestionó.

Atsushi, sorprendido por la pregunta, negó con la cabeza.

– He visto a Dazai-san y Chuuya-san hacerlo. ¿Por qué lo hacen? – Su tono sonó un poco inocente y Atsushi rio enternecido por la forma en la que Akutagawa se veía tan curioso.

– Besarse es una forma de mostrar cariño y afecto. Especialmente en parejas, es una manera de expresar amor. Es algo íntimo que se comparte entre dos personas que se cuidan. – Sonrió tímidamente mientras daba la explicación.

En algún punto su tío favorito le había hablado de ese tema, cuando sus padres siempre ocupados se iban, era él quien aclaraba esas dudas.

Lo extrañaba.

Ryuunosuke asintió, procesando la información. Sin embargo, su curiosidad no se detuvo ahí; en otro día, decidió proponer algo inesperado.

– ¿Y si intentamos aumentar nuestro contacto? – El rostro sorprendido del albino le dió a entender que no había preguntado como debía. – No digo que nos besemos, pero quizás abrazos o tomarnos de la mano.

Nakajima lo veía bastante sorprendido, después de aquel día en el que hablaron de sus pesadillas, Atsushi nunca más tuvo el valor de tocarlo.

Lentamente asintió, aún sin saber porque.

Lo hizo.

Tras ese día los abrazos - al principio tímidos - se volvieron más seguros y reconfortantes. La simple acción de entrelazar sus manos generaba un cálido cosquilleo en el estómago de Atsushi y un sentimiento de protección en Akutagawa.

El contacto físico se convirtió en un lenguaje silencioso que hablaba de confianza y apoyo mutuo.

Cada encuentro en aquel lugar, se cargaba con una nueva intensidad emocional. De alguna forma se sentía ansiosos pero también a gusto compartiendo en ese pequeño lugar secreto, en dónde solamente eran ellos dos.

Tenían una conexión especial y aunque su mayor contacto físico fuera en privado, ya no podían ocultar su conexión.

Las miradas curiosas de sus compañeros de clase iban aumentando cada vez más y más, y aunque las ignoraran la mayor parte del tiempo, no siempre podían hacer oídos sordos a todos los rumores que estaban creando a su alrededor.

Desde un simpe "Atsushi gusta de Akutagawa" hasta un "Akutagawa tiene amenazado a Atsushi."

Lo rumores eran tan fuertes que hasta Gin más de una vez le pregunto a su hermano si estaba bien con esas cosas horribles que decían sobre él.

Akutagawa solo sonreía feliz, eso no le importaba.

Nadie tenía que saber cuál era la naturaleza de su relación con Atsushi. No debían enterarse de sus problemas con el sueño o de su debilidad.

Además en los rumores, el malo siempre era él, mientras Atsushi era la víctima.

Mientras el albino no saliera afectado, no podía importarle menos.

[🍁]

Holaaaaa

Actualizando después de tener una recaída la más hpd :D porque seré depresivo pero jamás falton

Espero que les haya gustado

No tengo mucho que comentar xd

Babai

Yuri


De aquellas noches sin dormir - Shin Soukoku [FINALIZADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora