III

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Para Gerard era muy normalizado pensar que nadie podía verse tan atractivo en una situación como esta, pero... mierda.

Frank estaba ahí, deslumbrando con sus llamativos encantos.

"Dios, sus ojos, sus labios, su piel... como extraño eso" pensó Gerard.

Básicamente, entre algunas cosas, su relación se basó en volver a tratar como seres humanos normales. Ya no habia peleas o discusiones, aunque... si, había excepciones.  De vez en cuando tenían que evitar romperse las caras mutuamente, sobre todo desde la perspectiva de Iero, jugaba con Gerard de modo algo egocéntrico, pero era en broma, y a veces de divertia ver como el oji verde lo tomaban tan personal. Pero a veces comprendió que había pasado la  raya y se disculpaba.

De todos modos, Way lo veía sumamente atractivo. Aventuraba algunas aspiraciones, pero aún no llegaban al total enamoramiento que pudo haber tenido antes, se había limitado a mares estos últimos tiempos, pero aún así si le tocaba con el, ya no se quejaba, ya lo había aceptado, pero lo hacia de buena gana, cosa que Iero le destacó en par de veces.

Frank estaba en las mismas, lo aceptaba, pero el si se animaba a estar en paz con todos, cosa imposible. Pero si con Gerard pudo sabia que era imparable, pues la parte más difícil estaba hecha, debido a que a regañadientes aceptó esa idea que su cerebro tanto le quería meter por ahí. Trabajaban juntos como un dúo imparable, Howard se sentía menos decepcionado que antes y les garantizaba el éxito si dejaban sus "jueguitos" ellos aceptaron todo menos lo último.

Llegando hasta aquí. Ambos se buscaban indirectamente. 

Habían tenido un impacto masivo uno al otro.

Entre confusiones, llantos y temores, se propusieron la misma cosa pero en privado. 

Y eso se trataba de volver a conquistarse de a poco.

Puede ser que lo que haya pasado haya destruido el terreno, pero hermosas flores estallaron en colores luego de la agonía. Quizás no tenían la confianza de antes, pero eso se podía volver a ganar.

Se necesitaba tiempo para que ambos vuelvan a creer en su amor. Pero tambien... era ahora, después de que ambos salgan ilesos, o nunca.

Realidad que inquietaba a Way de sobremanera. La noche de ayer se planteo miles de veces como llegar a su destino, era el principal culpable y debía restaurar su obra, y se puso las pilas para deducir por arte de magia que efecto provocarían en Frank ciertas acciones, luego lo consideró tétrico y descarto esa idea. Lo menos que haría sería persuadirlo de esa manera.

Soñó paisajes de ensueño, otros para nada agradables y terroríficos, y los últimos tomaron más fuerza.

No queria volver a arruinarlo, pero si se acercaba a su ritmo sería todo mucho más fácil, como hoy, que tras la llegada de la siguiente oleada, ambos chicos estuvieron contribuyendo de manera alegre a la gente que ingresaba. Entre esos chicos estaba Mike Way.

El chico de anteojos evadió todo rastro de su superior. No estaba tan enojado con el como antes, pero no encontraba el valor para enfrentarse a él, pero era su hermano, no podía negarlo, y era la única familia que le quedaba. "Ojalá Frank también fuera parte" pensó el pequeño.

El día de hoy seria un desafío en todos los aspectos. Debido a los avances tecnológicos, aparte de entrenar el cuerpo mismo del soldado, se requería el manejo de mechas japoneses, cosa que no se permitía a todos. Entre los jóvenes estaban Gerard y Frank.

Con el tiempo pensaban que tal vez era una broma muy desagradable por parte de Howard, pero no podía permitirse que sus soldados se peleen entre ellos antes de que se peleen con los enemigos, que lastimosamente, eran los ciudadanos de su propio país, impulsados un grupo superior con tendencias nazis. 

Still loving you (or not) (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora