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26 de marzo de 2053

Dos meses desde que todo comenzó,Gerard se levantó para comenzar su entrenamiento matutino junto a sus compañeros, irían a correr un poco y luego desayunarian, el día de hoy estarían practicando con el grupo 4 para ganar más resistencia física y también se agregaba a esto una nueva charla de salud mental. Mientras corría se dedicaba a admirar el paisaje, las frutas nacientes de los árboles de los pájaros cantando, otorgándole tranquilidad y noción del tiempo, cosa que hace tiempo no experimentaba.

Se podría decir que el carácter de Gerard seguía relativamente igual, perdio todo contacto con su familia, ya ni siquiera sabía algo de su madre o de Mike, de hecho, casi los a tenido en el olvido, sin duda está nueva etapa seria para recapacitar y evolucionar su persona.

 Sentía que Frank ya no lo extrañaría, y eso se sentía en cierto aspecto genial( en teoría) recuerda haberlo dejado por razones que ni el mismo podía reconocer, sin duda estaba completamente desorientado. Tras esa fachada fuerte, no negaba que en el fondo le dolía más que cualquier otra cosa. Pero era tan terco que se negaba a aceptarlo.

A pesar de que ha estado limpiando su mente de sus pensamientos depresivos, aún hay veces donde se siente extraño no contar con el que alguna vez fue el amor de su vida.

Gerard comenzo a enfocarse en otras cosas, no estaba capacitado para dialogar sin explotar del enojo. Enojo que era cubierto por la impotencia. Era eso o podía chillar como un niño pequeño cuando se perdía de su madre en el supermercado.

Eran casi las 9 de la mañana, todos se fueron al centro del establecimiento para comenzar las entrenamientos de hoy. A pesar de la cantidad abrumadora de gente, Way logró obtener un espacio al frente para oír con claridad del entrenador Howard, quien daba las siguientes órdenes para comenzar a calentar.

El hombre era de cuerpo robusto, rubio y de carácter hostil dentro de aquella faceta de entrenador. Dominaba con su mirada a cualquiera que lo tuviese en frente, su voz era fuerte y para nada acaramelada, un hombre de gran intelecto con destreza en sus movimientos. El campus trataba de no demostrar miedo hacia el, cosa que no le podía importar menos a Howard.

 Una vez terminado el discurso, el de ojos verdes, se propuso a contar cuantos equipos habían y demás, ni siquiera se molesto en ver quien lo miraba distante, hasta que volteo y chocó con la penetrante mirada de Frank, quien sin una pizca de enojo lo miro me manera neutral, examinadolo de pies a cabeza, y tras haberse volteado, imito si acción, sintiéndose cohibido ante su ser. Sin evitarlo, sus nervios estaban a flor de piel, ni siquiera lo había encarado.

No tenia ni la más mínima idea de que el vendría también, vaya idea más estúpida, ambos tienen una edad similar. En cuestión de instantes volvió a entorpecerse durante las siguientes 3 horas, fallando descomunalmente en varias de las misiones, causa que desencadenó un escándalo mental para Gerard ¿porque estaba así? 

Tras haber fallado rotundamente las misiones, se quedó un rato más, junto a los que habían sido igual de estúpidos que el.

Ahora tenía que conformarse con realizar el entrenamiento con Frank, y con un chico llamado Ray, quien tenía una cantarina y dulce personalidad, pero dentro del campo, era una bestia despiadada y hostil, solo que hoy no fue el mejor de los días.

—¡Way y Iero, los quiero juntos!—Soltó el entrenador fuertemente.

—Pero...

—¡Callate Way!, lo hacemos o lo hacemos—Frank lo interrumpió velozmente.

Gerard tragó su saliva duramente.

Durante la pesada jornada, ambos (realmente solo Frank) dejaron el resto para despues, ambos se movian con sutileza, atravesando con dinamismo las pruebas que les ponian, que por cierto eran cada vez mas duras. Finalmente, llegó la última prueba. El pelirrojo debía de levantar unas cargas para nada agradables a simple vista, algo resignado obedeció. 

Still loving you (or not) (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora