TW: Insinuacion de muerte al final del capitulo (mediante fuego) a partir del uso de letras sin italica."Xochitl, ¿Sabes de donde proviene tu nombre?"
La morena negó con la cabeza. "Mm-mm"
"Hace mucho tiempo, existieron en estas tierras un chico y una chica, jóvenes como Chicomecoatl. Él se llamaba Huitzilin, y ella, Xochitl. Ambos se conocían desde su nacimiento, y toda su infancia estuvieron juntos."
La mujer exhalo con fuerza, el aire rehusándose a entrar a sus pulmones provocándole un ataque de tos y sobresaltando a Xochitl ligeramente.
"¿No quieres que despierte a Chimo? Para que te de tu medicina"
La mujer movió su cabeza hacia los lados, nivelando su respiración. "No, déjalo descansar. Ha trabajado muy duro últimamente." Itzimitzin separo uno de los mechones del cabello de su hija mientras pasaba un listón verde por el medio .
"Pero mamá-" La pequeña se revolvió incomoda sobre la cobija en el colchón, intentando mirar a su madre.
"Pero nada" Itzimitzin apretó las hebras de cabello trenzadas entre sus dedos, cuidando de no lastimar a su niña. Tomo una bocanada de aire para seguir con la historia.
"Ambos crecieron y se enamoraron profundamente del otro, pero pronto llego la guerra a su pueblo, y Huitzilin tuvo que partir a defender su hogar. Paso algún tiempo hasta que Xochitl volvió a tener noticias de su amado. Había tenido una muerte digna de un guerrero."
Xochitl se acerco con cuidado al borde de la cama, donde una pequeña hoguera brillaba con fuerza, admirando su nuevo peinado y disfrutando del calor que emanaba el fuego. "Eso es muy triste"
"Lo es, la pobre Xochitl quedo devastada. Con apenas la conciencia suficiente para caminar, subió a la colina donde solía hablar con Huitzilin y llorando le rogo a Tonatiuh que los reuniera de nuevo"
La mujer movió los brazos hacia arriba, haciendo señas y jugando con las sombras que salían de sus manos mientras Xochitl la miraba atenta. De pronto, el aire volvió a ponerse en su contra, y su tos lastimaba con fuerza su garganta.
La pequeña bajo de la cama rápidamente para despertar a su hermano, pero este alzo la cabeza bruscamente de la silla donde estaba dormitando, y pronto comprendió lo que estaba pasando al ver la mirada asustada de Xochitl.
Tomo la taza llena del te de hierbas medicinales que estaba sobre el buro al lado de la cama y espero a que el ataque de tos de su madre se calmara para ofrecerle un sorbo del liquido en la taza.
"Mamá...?"
"Estoy bien" Su voz se quebraba en cada palabra.
"Pero-"
"Pero nada" La mujer entrecerró los ojos, y Chimo entendió su seña para acercarse. Susurrando al oído, le dijo."No frente a Xochitl"
La pequeña solo miraba confundida desde el suelo. Chimo camino de regreso a la silla, desparramándose por completo en esta, cabeceando y luchando por mantener los ojos abiertos.
Itzimitzin se reacomodo en la cama mientras se tapaba con la cobija, y sentada con su peso recargado en la pared, abrió sus brazos para abrazar a Xochitl, quien corrió de nuevo a los brazos de su madre y se fundió en un abrazo intentando calmarse de aquel susto.
"Tonatiuh, al ver el amor tan grande que sentía Xochitl hacia Huitzilin, se apiado de ella y, derramándole encima los rayos del Sol, la convirtió en una hermosa flor." Itziminzin froto su mano en la espalda de Xochitl, mientras la abrazaba con fuerza.
"Se dice que cuando un colibrí, que era el alma de Huitzilin, se poso sobre ella, esta se abrió y revelo sus veinte pétalos color naranja como el fuego"
"Mamá, tu crees que le haya dolido?"
"Que cosa, florecita?"
"Los rayos del Sol. A veces queman mucho si te quedas parado un buen rato"
La mujer dudo un momento.
"Tal vez... Pero a veces uno esta dispuesto a sufrir cualquier cosa por amor, solo es cosa de mantenerse firmes en esa decision..."
Con cuidado, la mujer deslizo un mechón de cabello de su rostro hacia los lados, despejando sus ojos.
"Si alguna vez te enamoras de alguien, asegúrate de amar tan profundamente como Xochitl, y así, tu amor también vivirá por siempre, al igual que las flores o el fuego..."
Lentamente, la voz de su madre comenzó a desvanecerse lentamente junto con aquel recuerdo en lo mas profundo de su mente.
Sus pulmones recordaron momentáneamente como respirar, y mientras el oxigeno lentamente abandonaba su cabeza, escucho vagamente la voz de su madre con aquel consejo al fondo de su mente.
Entre el calor de las brazas y el humo que nublaba su visión, recordó vagamente aquella noche en su hogar por ultima vez y tomo con fuerza la mano de Teodora.N/a: So... that one Jesus quote, huh?