Durante el transcurso del Año 2010, una espantosa Epidemia azotó en el mundo. Seres retorcidos, hambrientos de sangre y carne llenaron las calles.
Los pocos sobrevivientes, luchaban por mantenerse al margen de sus fauces; entre ellos, una enfermiza...
La chica abrió la boca y sus labios, finos, de un obstinado color rosa pálido, se despegaron, emitiendo un quejido ahogado.
Lo último que podía dilucidar, era la terrible sensación de calambres, oleadas punzantes, recorriendole desde los talones, hasta la nuca.
—¿Q-Qué...?—Balbuceo, y al intentar abrir los ojos, sus pupilas se contrajeron ante la cegadora luz blanca. —¡Mierda!—Gimió, tapándose la cara con las manos.
Entonces, lo sintió, el tubo elástico que salía desde el dobles de su codo.
Por un instante creyo que estaba puesto por encima, hasta que quizo tirar de él y fue rápidamente interferida por un par de manos.
—¡Sujetala!—Ordenó un hombre y otro par más de manos, la tomaron con firmeza, inmovilizadole.
—¡NO!¡NO!—Ladró, hacia el techo.
Las imágenes de esos tres hombres en el bosque, tomando por las muñecas a su amiga, forzando su cara contra el suelo, mientras le arrancaban el pantalón.
Casi podía verlos, escuchaba sus aullidos y las risas.
Cegada y forzada, comenzo a patear, a intentar morder, como un animal herido.
—¡NO, POR FAVOR!—
—¡Basta, carajo, te arrancaras la vía intravenosa!—Gritó la voz masculina, y con fuerza, sujeto su cuello contra el acolchado de la camilla.
Finalmente abrió los ojos, dilucidando la cara borrosa de un hombre de cabello claro.
—Por favor...—Pidió, poniendo sus manos en el antebrazo del hombre.—Ayúdame, no... ¡Salvala a ella!¡Ayudela, la mataran!—Gimió.
Los delirios comenzaron a abrumarla y sus gritos se repetían una y otra vez en sus oidos, ensordeciendola
》"¡LEXIE!¡LEXIE!"《
—¡Lexie, Lexie!—Comenzó a gritar ella también, agitando sus brazos y sus manos, como si intentará alcanzar algo invisible.
El hombre la sujeto firmemente y recargo el peso de su cuerpo contra su pecho.
