ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 20. 𝚅𝚞𝚕𝚗𝚎𝚛𝚊𝚋𝚕𝚎𝚜.

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—Es así como van a salvar sus malditos culos...—Señaló Daryl, antes de accionar el gatillo, tirando una de las latas de la barda.

Ni siquiera había volteado a mirar la fila de latas antes de disparar, lo cual asombro a los presentes.

—¿Y si no queremos disparar a nadie?—Preguntó una mujer de mediana edad, mientras alzaba la mano tímidamente.

—Entonces los caminantes se comerán tu cuerpo y te cagaran en el camino de vuelta.—Ladró con hostilidad, mostrando una sonrisa forzada. —¿Alguna otra pregunta? Miró a los demás.

Maggie se levantó, notando como el aire se había vuelto incómodo.

—¡Lo que, Daryl quiere decir es que...!—Comenzó mirando con ojos de reproche a su amigo. —Ahí fuera hay peligros terribles, cosas que no queremos que entren... y debemos estar listos.—Señaló la castaña.

—Lo que Daryl quiso decir es que... ¡No van a aprender una mierda si no quieren hacerlo!—Se volvió hacia él grupo de personas.

—¿Y si en lugar de muertos son personas? Yo no podría matar a un ser humano...—Empezó Adrian, quien normalmente vigilaba la entrada de Alexandria desde su parte alta.

—Esas "personas" no durarían con dispararle a tu anciana madre chico, no durarían en destruite a ti y a todos los que aman... y no les importara que "seas una persona"—Señaló Daryl, con brusquedad, dando otros dos tiros a las únicas latas que quedaban en pie, tirandolas.
—¿Entienden?—Preguntó, colocándose un cigarrillo en los labios.

Los presentes enmudecieron.

—O-Okay, tomamos un descanso... Vuelvan en una hora—Indicó Maggie, incomoda.

Las personas se apuraron casi como si temiesen continuar cerca del cazador.

—¿Acaso estas loco?—Regañó la chica.

—¿Qué mierda hice? ¡Sabes que es verdad, y si no se los digo yo lo sentirán!—Masculló encendiendo el cigarrillo.

—¡Ya están muy tensos sin que los trates como imbéciles!—

—¡Pues si no quieren tomar un arma, si que lo son!—

—Ujum...—Deanna se aclaro la garganta, a modo de llamar la atención de ambos.
—Veo que la clase de tiro no ha sido muy fructífera...—Señaló,  mirando las armas que habían entregado a los presentes, tiradas en el suelo.

Daryl se tallo la cara con frustración.

—Si, supongo que eso le da gusto al "Premio Nobel de la Paz"—Se burló, Señalando a la mujer.

Deanna pareció turbada por el señalamiento.

—Lo sentimos, es solo que es el primer día y no parecen muy cooperativos...— Maggie suspiró.

La mujer asintió, comprendiendolo.

—Admito que sigo sin sentirme cómoda respecto al uso de armas en la comunidad. Aún tengo fe en que nuestra buena sociedad podrá restaurarse y vencer los métodos violentos...—

—Si claro—Ladró Daryl, descontento.

La líder de Alexandria, apreto los labios.

—A pesar de eso, no me opongo y si es necesario hablar con nuestros vecinos, lo haré... para convencerlos de participar. —Indicó la mujer, mostrando lealtad a la causa.

Maggie sonrió.

—Nos sería de mucha ayuda, Deanna...—

Ella asintió apartándose.

THE LONELY GIRL.|| 𝓓𝓪𝓻𝔂𝓵 𝓓𝓲𝔁𝓸𝓷||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora