Había pasado un mes desde la última vez que Max había visto a quien él pensaba era el amor de su vida.
Bueno, tal vez exageraba, pero el hombre de pecas era realmente guapo, por algo era 'el doctor sexy'.
Realmente desde el momento en el que había entrado a el consultorio junto a Luka, se había quedado sin aliento, unos bellos ojos que desprendían cosas que él realmente no lograba comprender, lo habían atrapado.
Su bonito cabello, casi negro, el cual forma pequeños rulos, la forma en la que se veía concentrado en lo que hacía. Se mostraba tan seguro de sí mismo, Sergio era simplemente perfecto.
Durante toda la consulta, estuvo muy tentado a pedirle su número, aunque tal vez no era el momento indicado pues su pequeño sobrino se acababa de romper un brazo.
Pero estaba convencido de que la próxima vez que lo viera, conseguiría el número del mayor, sí o sí.
Parecía que el universo no quería separarlo del pecoso, puesto que unas horas después de haberlo visto, cuando pasó a comprar algunas cosas que necesitaba y lo ahí lo volvió a ver, no en la situación que le hubiera gustado.
¿Por qué justamente en ese momento Luka se tenía que perder?
Sergio pensaría que él no podía ni siquiera cuidar de sí mismo, se haría una idea equivocada o tal ves no tan errónea, aunque ese no era el punto.
Bueno, en parte era su culpa, por no cuidar bien del menor y gracias a esto había vuelto a ver a el bonito pediatra.
Solo que los comentarios de su sobrino no le eran de ayuda.
Cuando el hombre mayor se ofreció a llevarlos a su casa, él ni siquiera se detuvo a pensarlo y aceptó, así sin más.
Se subió a el automóvil de un extraño, junto a su sobrino y no solo eso, sino que también aceptó ir a la de el desconocido.
¿En qué estaba pensando? En realidad,e no lo estaba haciendo.
En parte culpaba a Victoria, por confiar en él para cuidar a un niño.
Recuerda la decepción que sintió cuando el hombre de ojos oscuros mencionó la palabra 'marido' y no solo eso, el pecoso había dicho 'mi marido' y después le había enseñado su anillo de matrimonio, en ese momento sintió como si le hubieran dado una puñalada directo a el corazón y aunque intentó ocultarlo haciendo una pequeña broma, no creía haberlo logrado.
Después de eso, se había sentido incómodo, quería salir corriendo de ahí. Volvía a sentirse como un adolescente de quince años, cuando solía ocultarse de la persona que le gustaba.
Supone que debió imaginarlo, que el hombre era casado o algo por el estilo, aunque se había hecho esperanza cuando el mayor le dijo que no tenía. Debió destrozar esas esperanzas cuando entró a la casa del pecoso, había fotos de un hombre junto a Sergio, muchas fotos. Incluso había visto un título con el nombre de 'Lewis Carl Davidson Larbalestier Hamilton', definitivamente no podía ser el hermano de Sergio o algo así.
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Entre la espada y la pared; Chestappen
FanficEstoy entre la espada y la pared, él es la espada y tú eres la pared.