★ ° :. 彡𝐒 𝐓 𝐈 𝐓 𝐂 𝐇 𝐄 𝐒★ ° . * ☆𝙹𝙴𝙽𝙻𝙸𝚂𝙰☆

☆ cap. 3 ☆

Nota: Escuchen la canción "i took a pill un Ibiza" de Mike Posner, que es la que está arriba. Solo para una mejor experiencia:). Eso es todo xd.

Pov Lisa:

Comencé a calentar en cuanto salí de aquella casa que desde ayer me tenía los nervios de punta. No quería pensar en ello pero era inevitable, todo mi mundo se estaba convirtiendo en una canción triste.

Pobre Lalisa Manoban, solo puede tener una vida triste.

Sacudí mi cabeza para intentar eliminar esos pensamientos de mi mente. Me concentré en trotar.
Recordaba perfecto este camino, pues cuando era adolescente solía venir a correr todos los días sin falta por aquí. Aún recuerdo esos días en los que me ejercitaba en este camino para después ir al gimnasio de BamBam y practicar hasta el cansancio.
Sonreí levemente recordando aquellos días en los que no me preocupaba nada más que ser la más cool del instituto y besar a mi novio.

Seguí trotando hasta que entré en calor y pude comenzar a correr relajada. La música en mis audífonos me llevaba a otro mundo, me dejé llevar por la melodía.
De repente, como si mi mente no quisiera verme nunca feliz, vinieron esos recuerdos agridulces a mi mente. Cómo mamá me cantaba "feliz cumpleaños" desde la cama de hospital en la que estaba.

— Mamá... — Susurré a nadie en específico, solo viendo esos recuerdos proyectados en mi mente mientras corría.

Una lágrima rebelde se escapó de mis ojos, cayendo lentamente por mis mejillas hasta bajar y caerse de lleno al suelo.
Corrí más fuerte, esa energía de cuando era adolescente estaba regresando.

Corrí y corrí hasta que mi cuerpo chocó con alguien, haciéndome caer el suelo. Me quité los audífonos molesta, pues esa persona me hizo caer al suelo y eso realmente me dolió.

— ¡Dios!, lo siento, ¿Estás bien? — Me llamó una voz conocida para mí.
Cuando levanté mi mirada, ahí estaba él con su mano extendida, invitándome a qué la tomara y me levantara.

— ¿Jungkook? — Pregunté mirándolo.

— ¿Lisa?, ¿De verdad eres tú? — Frunció el ceño.

— Esa misma — Me reí.

— ¡Dios mío!, ¡De verdad eres tú! — Exclamó entusiasmado.

— ¿Podrías ayudarme a levantarme? — Cuestioné divertida.

— ¡Oh, si si, claro! — Se apresuró a ayudarme.

Me levanté del frío suelo y él me miró, sorprendido por mi presencia.

— Y, ¿Qué haces aquí? — Me preguntó curioso.

— Vine a visitar a mi padre — Contesté sacudiendo mi trasero, pues había tierra en él por el reciente accidente.

— Ya veo ..., ¿Desde cuándo andas por aquí? — Me ofreció un pañuelo, el cual tomé.

— Llegué ayer en la tarde — le contesté amable.

— Fue mucho tiempo sin verte ... ¿Cinco años? — Sonrió.

— Así es, cinco años — Afirmé — Fue un gusto verte de nuevo Kook, me tengo que ir — Le sonreí — Tal vez un día deberíamos salir ¿Te parece? — Sugerí.

— Me parece perfecto Lis —Me sonrió nuevamente — Nos vemos luego — Se despidió.

— Hasta pronto — Le hice una señal con la mano y comencé a correr de nuevo, dejándolo atrás.

Jamás pensé que me encontraría con él de nuevo. Había sido agradable verlo otra vez y saber que nuestra amistad no se ha arruinado, sigue ahí, solo hacia falta vernos de nuevo y retomarla.