★ ° :. 彡𝐒 𝐓 𝐈 𝐓 𝐂 𝐇 𝐄 𝐒★ ° . * ☆𝙹𝙴𝙽𝙻𝙸𝚂𝙰☆

☆ cap. 8 ☆

Pov Lisa:

Bajé las escaleras dispuesta a irme, hoy era el día de mi terapia con Jihyo y, si quería llegar temprano, debía irme desde ahora, ya que seguramente hay tráfico en la ciudad. Es sábado, lo más seguro es que habría bastante.

Tomé las llaves de mi camioneta de la mesa del recibidor y me dispuse a salir, hasta que una voz femenina que últimamente me encantaba escuchar, me detuvo.

— ¡Espera! — Me gritó y me giré solo para quedar sin aire.

Ahí estaba Jennie, con unos shorts cortos que dejaban ver sus largas y blanquecinas piernas. Un top deportivo en la parte de arriba apretando sus atributos, llevaba una coleta alta desarreglada y una mochila pequeña colgando de su hombro izquierdo.

— ¿Marco no te dijo que debías llevarme a mi clase de baile? — Me preguntó con una voz seductora.

Cierto, en ese momento recordé la nota que mi padre había dejado para mí el día anterior. Decía algo de clases de baile.
Me maldije mentalmente por lo descuidada y tonta que fui.

— No en realidad — Mentí.

— Bueno, pues ahora lo sabes. Llévame — Eso último sonó como una orden. Ella se dispuso a caminar a la puerta pero la detuve.

— Tengo algo que hacer. No puedo llevarte — Dije repentinamente.

— Mmm — Pensó — Puedo ir contigo a eso que tengas que hacer y después me llevas a mi clase de baile — Sugirió sonriente.

— Es algo... Personal — Me rasqué la nuca con nerviosismo.

— No es pregunta. Quiero ir — Me miró severamente.

Suspiré rendida y me dirigí a la puerta, abriéndola con mala gana y Jennie notó esto, pude escuchar como murmuraba algo pero no la escuché.
Abrí la puerta se mi camioneta y en seguida, Jennie estaba dentro de ella en el asiento de copiloto.

Me subí y de inmediato arranqué, ganándome una mirada asesina de Jennie, pues arranqué demasiado rápido y con la velocidad que me caracterizaba al manejar.

— No digas nada ¿Okay?, este debe ser nuestro secreto. Cuando lleguemos al lugar dónde iré, no digas ni una sola palabra ni cuestiones nada — hablé con seriedad, notando la mirada confusa y curiosa de Jennie en mi pero continué concentrada en el camino sin prestarle atención a sus ojos.

— De acuerdo — Aceptó dudosa.

El resto del camino fue silencioso, no dijimos nada y eso de cierta forma me calmó, ya que no quería preguntas invadiendo mí mente.

Cuando estábamos fuera del edificio al que estaba yeso muy seguido últimamente, Jennie me miró extrañada, iba a decir algo, pero la detuve.

— Cállate — Dije malhumorada y bajé del coche. — Quédate aquí — Ordené y me dispuse a entrar al edificio.

La terapia duraba alrededor de una hora o menos, sí era sincera y soltaba todo lo que me guardaba, la terapia era como hablar con un amigo que solo observa y escucha, así que el tiempo se iba rápido realmente.

Llegué a la cita y de inmediato, Jihyo me recibió con una sonrisa.

— ¡Lisa!, pasa, te estaba esperando — Me saludó amable y me abrazó.

Pasaron los minutos y hablé de todo lo que me había pasado, desde cómo me sentí con la noticia que me dió papá sobre su matrimonio, hasta cómo me dió gusto volver a ver a mi ex novio, un gran amigo.
Obviamente salté la parte donde mi hermanastra me daba un beso y después, la ataqué en un impulso. No sería relevante, creí.

— ¿Y cómo te sientes con todo esto?, es un gran cambio — Me dijo Jihyo mientras anotaba algunas cosas en su cuaderno.

— No lo sé, honestamente es algo inesperado y no sé exactamente qué sentir — Contesté honesta.

— Mmm, ya veo — Dijo ella — Hay algo en esos ojitos, ¿Hay algo que no me estás contando? — Preguntó pícara, yo pasé saliva nerviosa.

— Amm, n-no, te conté todo — mentí sonriente.

— bueno — Suspiró — Creo que vamos bastante bien Lisa, es importante que sigas con el medicamento y sobre todo, sigue tu vida normal, sé que es un poco difícil ahora pero, habla con tus amigos, sal, diviértete. No te quedes estancada, ¿Bien? — Me miró tiernamente.

— Claro, seguro — Asentí.

Minutos después, la sesión terminó, duró bastante poco en realidad.
Bajé hasta el estacionamiento dónde dejé mi camioneta y Jennie estaba escuchando música en su teléfono, cuándo me vio de inmediato la apagó y me miró.

Suspiré, pues sabía que tenía que darle una explicación de todo esto.
Entré al auto y encendí el motor sin arrancar.

— Gracias por esperarme — Le dije serena.

— No es nada — Me sonrió genuinamente.

— Tengo problemas — Dije finalmente suspirando — Mi vida no ha sido fácil, por eso vine aquí — Apoyé mi cabeza en el volante.

Sentí una cálida caricia en mi espalda y me levanté un poco solo para ver a Jennie sonreírme.

— Está bien, no me des explicaciones. Cualquiera cosa estoy aquí ¿De acuerdo? — Sonreí ante aquel acto tan lindo.

Después de todo, no sería tan malo convivir con ella.

Pasaron los minutos y al fin llegamos al destino de Jennie. Sus clases de baile.
Me estacioné justo enfrente del edificio y definitivamente estaba dispuesta a irme pero ella no me dejó.

— Quédate, quiero que veas la coreografía que estamos preparando — Me pidió.

— No creo que sea buena idea — dudé.

— Vamos, solo serán unos minutos, después te vas — Prácticamente me sacó de mi camioneta a fuerzas.

Una vez dentro del grandiosos y glorioso edificio, me dediqué a sentarme y observar como Jennie calentaba junto a sus compañeros para comenzar el ensayo.
Todos se veían tan profesionales y Jennie ni se diga, definitivamente ella tenía un don para esto.

Pasaron los minutos y la música se escuchó en los parlantes, llamando mi atención.
Los bailarines se acercaron y todos tomaron sus posiciones. La canción la conocía, era "world class sinner" de Lily Rose Depp.
Se reprodujo y de inmediato , me quedé boquiabierta.

Esta es la coreo de la que hablo, para que se den una idea:)

Jennie bailaba con una facilidad increíble, como se dejaba guiar por su cuerpo y las sensaciones del baile, me dejaron hipnotizada.
Movía sus caderas despacio pero a la vez fuerte, haciendo saber que era feroz.
Los chicos la tomaban entre sus brazos, lo cuál me pareció molestó pero lo disimulé.

Los movimientos sensuales y provocativos no tardaron en aparecer, ya que la canción lo ameritaba.

Así pasaron unos minutos, hasta que se detuvieron. La clase había terminado.

Salí de mi trance cuando una sudorosa y sexy Jennie apareció delante de mí con su mochila en mano.

— ¿Te gustó mi baile Lisa? — La oí decir en ese tono bajo y ronco.

Perdí mi cordura en ese instante.