Capítulo 2: Madre Capella

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Oscuridad, eso era todo lo que el podía observar, se sentía flotando en un mar de sombras, a pesar de no poseer un cuerpo, podía ver, podía sentir, podía oír, sentía una gran sensación de ingravidez, como si su conciencia flotara en Ese inmenso abismo sin fin de sombras reptantes, todo era silencio, ¿acaso esto es la muerte?, ese fue uno de los innumerables pensamientos que rondaban en la mente del chico.

Solo por un momento, el chico sintió una presencia a sus espaldas, pero ¿como era eso posible? en ese mar infinito de sombras, ¿había alguien más con el ahí?, la presencia desconocida, avanzaba hacia el chico, a pesar de no poder verla, subaru sabia que alguien estaba ahí, cuando la sentía lo suficientemente cerca, subaru podría jurar que vio unos mechones de cabello plateado, en esa oscuridad, eso resaltaba indudablemente, pudo sentir como unos brazos lo abrazaban por detrás, abrazando a su inexistente. cuello, de repente, una voz se escucha a través de ese vacío infinito.  

'' Te amo''

Repentinamente, subaru abrió los ojos, estaba oscuro, pera nada comparado a la oscuridad de sus sueños, estaba sudando, miro hacia los lados y pudo distinguir que se encontraba en una habitación que no conocía, podía ver un pequeño rayo de luz que se filtraba. . por la rendija de la ventana. 

'' ¿Qué demonios fue ese sueño? y ¿ahora donde estoy?''

Subaru se levantó de la cama donde yacía recostado, se sentó al borde de la misma y miro con más detenimiento al lugar en el que se encontraba, si bien la habitación estaba oscura, el todavía podía apreciar los detalles de la misma, era simple, ladrillos de color negro decoraba toda la habitación, no era muy grande, talvez unos 30 metros cuadrados, la habitación estaría vacía si no fuera por el pobre intento de cama en el se encontraba sentado y una pequeña mesita de noche al lado de la misma, una vela apagada se encontró sobre ella.

'' ¿que fue lo que paso?, recuerdo a esa mujer aterradora hablando sobre querer destripame y luego nada''

subaru estaba consternado, ¿acaso la mujer lo noqueo?, reviso su cuerpo en busca de alguna herida, pero no encontró ninguna, su chándal negro seguía con el, busco en su bolsillo para buscar su teléfono, su pequeña búsqueda dio frutos al encontrarlo todavía en su lugar.

'' bueno al menos no me robaron, debo averiguar dónde diablos estoy, y si es posible, evitar a esa loca ''

subaru se puso de pie, y camino directo hacia la puerta de la habitación, comprobó si estaba abierta y para su agrado, lo estaba, asomo su cabeza por la puerta, solo para observar un largo pasillo, una alfombra carmesí decoraba el piso, podía ver un sin numero de puertas iguales a las de su habitación, ''talvez mas habitaciones'' Pensó el chico, las paredes del pasillo estaban hechas del mismo ladrillo oscuro del que estaba hecha su habitación, lentamente salio por la puerta, dio unas cuantas miradas cautelosas en varias direcciones, luego de su rápida observación, comenzó a avanzar por el pasillo sin ningún Destino aparente, luego de unos cuantos minutos, pudo observar una enorme ventana a un lado del pasillo, fácilmente media 8 metros de altura, a través de ella, subaru observa que estaba nevando afuera, nada sorprendente al recordar en donde se había encontrado repentinamente hace lo que el penso unas cuantas horas.

'' enserio, este lugar parece uno de esos castillos medievales de los que tanto leía, tengo que encontrar a alguien que me diga donde estoy, o si no siento que me volveré loco''

Mientras subaru se perdía en sus pensamientos, alguien se acerca al por la espalda.

'' oh ya estas despierto, eso es bueno, y yo que pensé que se me había pasado la mano con ese golpe''

Al escuchar esa voz familiar a sus espaldas, subaru dio un brinco por el susto y se dio la vuelta rápidamente, nuevamente frente a el, se encontraba la mujer aterradora, que hasta hace unas horas hablaba de querer abrir su abdomen y observar sus tripas, de nueva cuenta, la mente de subaru estaba en alerta máxima,''¿regreso para matarme acaso?'', pensamientos como esos rondaban por su cabeza a alta velocidad, pensando furtivamente en cualquier idea que lo pueda sacar de esta situación tan delicada en la que se encontró.

iniciando mi vida desde cero como un asesino a sueldoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora